En el momento cierto en que desnazco   Y busco ver las estructuras del alfabeto     cómo para entender los principios de un prólogo/ o algún proceso diseminado en lo básico / la fontana de sílabas sale de una fuente dilecta/ demostrándome que no soy más que un infundio/ aquel que intento desmembrar las consonantes como si ambos vibraramos con igual resonancia / y entre más intento asirme a sus nacientes  multiples, me arroja de sus naciones a una tierra de nadie/ donde sigo coexistiendo entre humaredas superpuestas//y entiendo: soy atisbo que no podrá jamás germinar en un texto. Ni brotar en las costas de un país literario. Paso de ahí de súbito a llenarme de límites y siento que el despueblo me reduce a ser punto. Pero yo lanzo un grito como los matorrales, que niegan a morir antes de ser tocados y me dejo llevar en las oscilacionee que tienen el sabor de las palabras frescas aunque surjan murallas y dragones indociles lucharé y bregare mientras me alcance el alma / que en frágiles destellos se atenúa a lo invisible,para volver de nuevo como golpes de cólera o hacha que se hace para cortarlo todo.