ya volviendo
Publicado en Nov 12, 2022
Ya volviendo
de los meandros y las cuevas deshabitadas, con el corazón astillado en un residuo de mi mano zurda, después de haberme llenado de precipicios y vacíos y vicios menospreciables y pedirle cariños a la luna incoherente y recibir sus mugrosos manotasos tan áridos y haber sobrevivido violentas insolencias de gentes de andares pestilentes y turbios intentando auscultar lo que pregonaba ser credo de realidades y no fuese más que visceras de cinismo, tendido entre farallones de falsas auras mágicas entrando en los reververos de luz encarnizada, accediendo a las tórridas cimas a las que me fuera posible reptar con la ascendencia brusca que toman las aguilas al raptar a cumbres polvorientas, mustias, escondidas ante los ojos vítreos con esos dolores infernales que siempre he tolerado y que jamás me envolverán del todo con su saña fructuosa y que, muy de vez en cuando me tragan en sus ciénagas antes que resurja como otoño desafiante y demente. retorno a buscar los mismos sabores curvilíneos que embriagaron a mis ancestros y los regocijaban: A la mujer que se pintarrajea y piensa debajo de faroles, a la voluptuosa que ha sabido adaptarse a sus macizas formas densas y que le ha enseñado lo que es belleza a los astros ya insípidos incomparable ante la musica que arrasa en sus carcajadas, como la maravilla fundamental que es y que quizá ignore serlo hecha de carne y sangre y sutilezas impávidas: Los parpados que vigilan a las contelaciones la recelan anhelando ser parte de su estrucura perfecta, unisona y pulcra de miradas infinitas que me tornan en pólumo: donde siempre consigo la paz de los remansos.
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Richard Albacete