Quiero silencio, ceniza, polvo sacado de los huesos/ hogueras constituidas en el aire/racimos abrasados de esperas / páramos amparados de espejismos / añoranzas verdosas ,nacientes vehementes que hacía arriba irrigan pájaros destartalados, ápices de especímenes increados en revueltos cardumenes más que inintiligibles o que lo que abarque la palabra subjetivo/ la figura reseca que se rompe en olvidos/  presiento, ver la tez misma de lo que fueran sentimientos escalar a lo alto de un rango constelar/ y todo lo que es ambiguo y de ámbito transmarino y esto para empezar a devorarlo todo y a escarbar el subsuelo de lo que sea omnimodo, primogénito, total, inabarcable. Para intentar llenarlo todo como una espada omnívora, y ver, muy a lo lejos, el lenguaje y sus limites.