Palidecen
Publicado en Nov 13, 2022
Palidecen las sombras que araron la semana/
los soliloquios sólo pueden ponerse ojos/ para ver los frutos insólitos en el dulzor del aire/ antes de que las manos rojas de la codicia / los secuestre y devore donde hay ríos de sepulcros/. Ha llegado noviembre y se desata el viento en doscientas cabriolas que estremecen al fango. Y las flores de lumbre dan al mundo impoluto destellos en los golfos, colores de península. Los terrones aguardan los embates del yermo preparando murallas en yertos matorrales/ Y el sabor de la sangre que aguarda el campo santo / espera a los que vengan con su tedio a naranjas huecas por dentro, engusanadas, frias descompuestas en olores de que se arrojen muy lejos / las casas somnolientas comienzan a borrarse / bajo el peso violento de las constelaciones / pero todo desgrana una vida madura / que se va resistiendo a las consumaciones / todavía hay resuellos adentro de los muros y los ciegos rezongan con mudas esperanzas / las violetas presienten la amenaza del hielo pero sueltan su risa junto a nuevas centellas. Y hay hileras de tréboles que se bordan y añoran que los sigan pisando los latidos salvajes del que pisa el camino aunque no los divise /el humo de los antros invade al infinito como definitivo intento de quedarse o luchar/ a pesar que los truenos ataquen vespertinos y la lava ya esculpa sus lanzas catastróficas.
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|