Elegida o electa ( Para mí da lo mismo )
          te busqué con la ganas que hay en las venas yertas.
          las que a si se cortaron buscando tajamares ,
          los subrepticios brillos que asoman subversión.
          Presentí a Dios entrando en mis arterias y mi razón temblaba.
          El mismo Dios obviando sus días de reposo.
          y la vida creció desbocada hacia adentro
          procreando manglares, antorchas, jardines arteriales donde puso sustancia
          y en la recreación de mis recreaciones, me devolvió del frío.
          Me puse un yelmo de hiedra, una coraza impuber,
          el apresto incansable que me hacia soldadezca, y
          la espada de rubores donde iniciara el siglo que estirara a mi mente
          y salí por la calle, insasiable y solar, sin importarme nada furores de equinoccios.
          rebuscando en viejas casas de resquicios de vidrio que dejó la memoria
          Volteé las aceras, quebré las plazoletas y hasta cateé palomas de picos embrujados.
 
  Hasta que te encontré escondida en las tardes donde muchas pequeñas escapan del convento.
       Mariposas de dulce anidaron tu pelo, mientras respirabas de nuevo y yo entraba en tí. 
/ laja fuerte / llorabas en las asimetrías de este mundo que, a veces, pasa goteando rabias.
          Y te adopté como a las hijas solas poniendo en tu cabeza una corona nueva
  y mordisqeé tus uñas y me bebí el salitre y, subitamente suaves y ámplios se formaron colores. 
          y con mi compañía dejamos soledades.