He cambiado, lo sé para peor
     se me han extraviado métodos y metáforas,
     asenino de anémonas que te ataron los pasos,
     autodestrucción dentro de mis teatrillos espectrales.
     Lo incansable de lo inasible no perfora tu oído rápido
     ni he fertilizado decorosamente a la anémona que solía
       unificarse con tu piel de alga mayúscula, sugestiva,
       de oropéndola chillando en estertóreos espectros..... 
        
     Las palabras se unificaron en sus aterimientos sin soltar vocerías
     y hasta la luna se despobló de sus copas boreales al verme dinamitarme
     Me fuí por veredas  estrictamente apaleadas por lo rígido, agonía de los lerdos
     y ya no desembarqué más en praderas ni preñé de anhelos las colinas saladas
     Pero todavía quedan sorbos de vejados rescoldos, yemas de  mis yemas cadentes
     y brasas envolventes que incinerarían disyunciones y trerían palomas que enamoraran
     Espero que las aguas anuncien mi rebrote, corrillos insanos, polvo de hangares primitivos
     y pueda reparar aún a los pájaros mortuorios y desencadenar lo que me esconde el yermo.