Anatomía silvestre apretada a mi cuello:
  Besos arrebujados esta tarde de hojaldre
  Cabellos, uñas, dientes penetrantes mi vivaz santurrona ,
  que me seduce y hace abdicarme, fontana de la 
  cual saltan las intrigas más torridas que tuvieran un lauro y lo arrojaran al sueño de profundas lagunas.
    Sujetada a mi pecho con fuerza de tormenta,
    es tu transpiración la de un ventarrón vivo :
     Me acaricias aspirando a llegar a no ser vista,
     Te humedeces tranquila en tu misión de torre que no cede a razones y derriba en delicias / 
   Tu piel de luces vividas van trepando hasta mi boca  rota /
    Delicado delirio llameando por mis dedos
     Poseyendome todo con sus fuegos violentos/
     Más allá de los cerros se encienden las encinas,/
     mientras nos enlazamos como preseas divinas !/