En el fondo de ti, mi presencia arde en manos de la tarde.
             A contraluz de esos bosquejos plácidos, las minas de tus montes:
            El reflejo del deshielo de un vértigo que, para dos, se inflama.
            Un anhelo arde como las cosas buenas balbucendo en tus bucles.
             Compartimos las glorias de la hora en que nos supeditamos, uno al otro, sujetos.
             El romance siempre es a deshora y siempre viene en leva :
            Si brota a medianoche es para reconstruirnos más que el tiempo del ángelus.
            Desde la escarpadura que escapa del minuto nos riega cada línea.
                       Reconstruye la vida en complacencia sin que la trabajemos.
            impregna las ciencias del corazón movilizando instintos, donándonos  su epílogo.
      Lo que era transparencia y difícil preludio se vence y se concreta, si nos decimos " Hola ".
        A grosso modo puedo decir que, desde la lejanía, en mi ensueño te sueño y he anhelado
        y que has ardido en mí, enteramente, como  las antorchas en un mundo cerrado.                                Que siempre quise que vinieras con ese aplomo indómito y miraras bajo mi superficie vacilante/          Así como también tú añorabas que te sublimara con suaves adjetivos,bastante almibarados.
        / Ahora que nos hemos acercado al mandato místico de intercambiar esencias y sernos                                         inevitablemente indispensables / y volvernos un lazo/
 
                Sé que con mis matices turbios calé en las lloviznas alegres de tus ojos.
                                    Vibraré en tus contornos de cobijos libérrimos
           con el permiso de las canciones sueltas que acarician tu oído y bajan a tus lomos.