Constelaciones diminutas disecandose al alba,
        rodeada de las manchas de una noche escarchada.
        Las piedras retoman su silueta desalojando vacíos.
        /Ya la pluralidad de las ramas penetra las ventanas y mece cada lecho /.
        / El ruido se hace ruido por que el viento lo despierta  y lo impele /.
     / Las primeras musitaciones y las caras borrosas en un fogón se amparan /
        Los obreros van saliendo a las cuevas por algunas monedas.
        Vistiendo la modestia del que es ser explotado.
       Un tejido de rosas merodea y vigila el confort de los predios
      y le es dado orbitar sobre el glacial más alto y sus altares frios .
      /El gerundio va y preña al cantor mañanero que se avienta a la copla y sus tibios compases que salen del tintero /
    Así se calca el día en plácemes volátiles: solo es perpetuación
    de un ayer rezagado que ajusta sus vetustas manijas.
     Igual es con las noches: reflejo repetido en un espejo negro.