Abril 17 de 2023
Así lo llamaban cariñosamente en su pueblo los vecinos del lugar porque allí nació , creció y se
nutrió de mucho amor entre la tierra , los sembrados , los pájaros , las vacas , las gallinas, los
caballos. Pedrito nunca supo (ni quiso saber) quienes eran sus padres o  si tenía hermanos u
otros parientes directos : ¡no ! tampoco intentaba saber nada de ellos , es que un día había
llegado al pueblo una familia con tres hijas y vivieron allí casi un año, pero a pocos días de dar
a luz una de ellas se marcharon del lugar una madrugada de riguroso invierno sin dejar ningún
rastro de datos, tan solo dejaban a ese bebé de días al cuidado de un vecino de la zona quien
tenía ya dos hijos grandes; pero desde esa madrugada jamás volvieron a buscarlo ni a dar
alguna explicación. 
Fue así que después de un tiempo largo de espera, don Fidel quien lo adoptaba por ley como si
fuera su propio hijo poniéndole de nombre  Pedrito, solo así :Pedrito , prodigándole todo el amor
como padre pero también el amor de los vecinos que siempre lo ayudaban y mucho más cuando
enfermaba y hasta los cumpleaños le celebraban entre todos, con sorpresas globos, pasteles,
regalos de pelotas, cañas para pescar , volantines  ..hasta gomeras para espantar a los pájaros
o a las moscas,comadrejas , bueno ¡no importa a quien pero al fin espantarlos!. 
Este pequeño crecía en un ambiente colmado de alegría, de risas, de sonrisas sin importar
muchas de las carencias económicas que saltaban a la vista, pero teniendo todo lo necesario y
siempre agradeciendo a Dios por ello.
Don Fidel tocaba la guitarra y cantaba con alma, vida y pasión . Le cantaba a la lluvia, al frío, al
calor .Le cantaba a esas oscuras noches en las que solo tenía un mechero sobre la mesa para
que alumbrara solo hasta que Pedrito , de puro cansancio de niño, conciliara el sueño, pero al
pequeño (y ya no tan pequeño), NO le gustaba ir a la escuela . Sus maestras desde nivel inicial
hasta cuarto grado pasaban su legajo de trayectoria escolar y verdaderamente lo que no le
gustaba para nada eran áreas Lengua y Sociales y en esas horas de clase se pasaba tarareando
canciones que escuchaba cantar a su padre y las cantaba también con letras completas, a veces
se lo observaba escribiendo esas canciones en hojas de su cuaderno a las que luego arrancaba
y casi como a escondidas les repartía a sus compañeros o amigos más cercanos del aula para
que en sus casas las cantaran. Pero leer un párrafo de una lectura aunque sea un micro relato..
¡no!!  jamás lo hacía, ni expresarse en público delante de sus compañeros y hasta se ponía rojo
de vergüenza de cabeza a pies cuando le pedían leer algo y buscaba cualquier rincón para
esconderse hasta que terminaran esas horas. Jamás se escuchaba a Pedrito que se quejara  de
algo que no tenía ni en su casa ni en la escuela, ¡no! nunca lo hacía.
Cuando llegaba la hora de matemática , él se hacía notar sentándose en los primeros
asientos muy cerca del escritorio de su maestra y se le iluminaba la mirada de alegría,¿porqué?
porque le encantaba que le hicieran actividades de cálculos mentales . Es que su padre, don
Fidel lo sacaba todas las tardes luego de realizar las tareas de la escuela y lo llevaba para
recorrer punta a punta el campo en su carro tirado por dos caballos muy bien alimentados e 
higienizados y hacía que lo escuche con mucha atención todo lo que él le explicaba  sobre los
metros de alambres que se utilizaba para cercar un predio de finca, le explicaba lo de
hectáreas, parcelas de tierra, cómo se medía , de cuando era una buena siembra y
cómo se manifestaba una buena cosecha , cómo se preparaban los surcos para la siembra ; de
cómo lo hacía el hombre con herramientas en mano y luego de cómo los hacía la máqina, le
contaba de cuando o porqué la tierra a veces no es apta para sembrar tal o cual producto, le
enseñaba a sacar la leche de la vaca , a contar cuántos pájaros se posaban en ese árbol y
cuantos otros volaban luego,  a cuidar y recontar las gallinas y de cómo combatir a las
comadrejas para que no se comieran los huevos o a los propios pollitos recién nacidos y a
prestarle atención al alboroto de los gallos cuando llegaban las comadrejas, pero sobre todas
las cosas le aconsejaba ser una buena persona: confiable, sincero, leal, responsable, trabajador,
buen amigo, a tratar a las personas con respeto sin importar su condición social, cultural,
económica . Le enseñaba a no usar palabras que descalifiquen o agravien a las personas y él 
practicaba esas enseñanzas día a día en su cotidiano andar por su vida.
Pero había algo sublime con lo que Pedrito soñaba poder llegar a hacerlo: era imitar a los
pájaros  interpretando sus trinos como lo hacía su papá Fidel: el del gorrión, el del jilguero, el
del zorzal , el del venteveo, el de la calandria , el del cardenal, el sonido del búho..¡Y claro que
lo aprendió con mucho tino, delicadeza y perfección !.
Hoy don Fidel está en sillas de ruedas a causa de un ACV . Sus ojos han perdido la mirada y su
brillo por la diabetes pero el Sábado de Gloria su hijo Pedrito lo trajo a la ciudad capital San
Miguel de Tucumán, lo hizo sentar a su lado en la peatonal en esa magnífica mañana de
primavera en otoño mientras desplegaba su canto folklórico y de regalo hacía escuchar  ese
concierto abanicado y bello del trinar de los distintos pájaros ante la emoción reflejada en el
rostro de su padre , quien le enseñó con todo su corazón desde muy pequeño lo que entregaba
en esos momentos a una gran cantidad de peatones que lo rodeaban y deleitados lo
escuchaban entre aplausos y voces de ¡bravo!!, ¡bello!, pidiéndole que siga cantando más
canciones. Él agradecía y contaba a los presentes que todo le había enseñado su padre, allí
presente mientras lo abrazaba con ese mismo amor como el que siempre él le dio...
                                                                Raquel C. Zurita