Cuanto tiempo he pasado en mi soledad, en un mar de desamores, de angustia y tempestad. Tratando de mantener una nueva perspectiva, centrar mis pensamientos en alguna otra salida. Después de tantos intentos, al fin salí adelante, sentimientos bien fríos mantuve, era lo que me tenía flotante, para no volver a tener una nueva ilusión, que probablemente al final lamentaría con dolor. Caminaba bien segura y enfocada en lo que quería, pero aquel corazón mío en un momento padeció, desbordantes sentimientos que aturdieron mi razón. Aquel bloqueo en mi mente de un momento se desató, y ahora existe un nuevo dueño de las llaves de mi corazón. Tal vez es una tontería haberme enganchado a ti, es una melancolía que realmente no me conoces a mí. Impaciencia me da no poder conectar contigo, nervios me dan, que mis ilusiones se vayan al piso.
Como quisiera que todo fuera diferente, que no se repitiera lo que me ha sucedido anteriormente. Ahora lo que me toca es esperanza tener y quizás algún día contigo estaré, no es una obsesión lo que siento por ti, pero tendré que tomar acciones para tal vez algo conseguir, no se malinterprete lo que digo, ni te confundas con lo que he dicho, me refiero que ayudaré al destino a que dirija mi camino.
Son tantas cosas que ahora aturden mi mente, mi corazón en las nubes trata de razonar sinceramente, tal vez los papeles de aquellos se han invertido y con mi relato te sientas un tanto confundido. Solo deseo que entiendas la idea principal y no le des vuelta a este cuento sin acabar, mi corazón y mi mente; para bien o para mal, con tu profunda mirada cautivados están.