Hoy sueo y existo.
Publicado en Jul 16, 2023
Hoy sueño y existo.
En el virtuoso período de la década de los 60 en el espacio de unas casualidades, un baladí evento hizo que se cruzara tu senda con la mía, justo en esos deliciosos tiempos cuando tú, ansiosa e inocentemente, te abrías paso hacia aquellas promesas que ligeramente oferta, a la pasada, la vida… …Habías cumplido –recién-- tu mayoría de edad; es decir, iniciabas tus inquietos dieciocho años de una supuesta madurez. Yo, en el intertanto, con vitales veintiséis, me enfrentaba valientemente a los destinos del mundo de manera risueña --por una parte— y, orgulloso y envanecido --por otra--, a causa de mi reciente título profesional obtenido con el cual, ufano, me proyectaba pletórico de ilusiones para iniciar un espectacular y prominente futuro. Eran deleitables épocas románticas en las que aún se oían dorados cuentos de príncipes y princesas y se leían ávidamente novelitas rosa, como también con jactancia se comentaban y recomendaban las obras de contenido intelectual, pues abundaba comúnmente la ingenuidad y el esnobismo. El hablar públicamente de sexo era soez e inadecuado y los límites morales de la sensualidad eran rigurosamente reglados… No obstante, un sutil, tierno y prolongado beso podía significar dignamente un inmenso y eterno amor. En cuanto a ello, no debes olvidar que, desde un comienzo, te abrí sin titubeos todo mi corazón (te llegué a pertenecer incondicionalmente), en retribución a la generosidad de aquella existencia tuya compuesta por una armónica e irresistible hermosura, una alegre, fresca y llamativa adolescencia, más aquella aventurada desfachatez de tus impulsos, sumando todo a esa clara y fragante exquisitez de tu fémina y excitante piel lozana propia de las princesas. Porque, obnubilado siempre por las afortunadas circunstancias consteladas de mis deseos contigo, me rendía fácilmente ante todos tus caprichos (que, además, eran emocionantes) e hiciste con mi voluntad tu humilde esclavo, una pieza en tu ajedrez, el arquitecto de tus fantasías y el talonario de cheques –garantizado-- que subvencionaba todos tus sueños. Había en ti una clara consciencia de ese equilibrio existente (el de nuestros costos individuales), puesto que advertías en tus actos y virtudes la pirotecnia resultante en mí, la certeza de mi dicha, mi comodidad evidente y la conveniente instalación/sin reparos de mi indiscutible placer. Por lo demás, también tú, disfrutabas de mi a tus anchas y con bastante ventaja… Por desgracia la eternidad no existe y todo nacimiento estará condenado a morir siempre… Ya que, para cuando terminan de acomodarse caprichosamente los astros del universo, los sucesos del destino –sin percatarnos, ni darnos tiempo-- se afectan configurando la filosofía del apocalipsis… La mágica luz que te iluminó siempre se transformó repentinamente en un rayo despiadado y en el torbellino de voraces lenguas de fuego que te sumieron en un infestado carnaval de infierno, para que, tras feroces y desagradables enfrentamientos, que duraron poco tiempo, terminaras abandonando el nido junto a mis arrodillados ruegos, la pequeñez de mi significancia y mi estúpido y vergonzoso llanto… Todo arrojado injustificada e indolentemente al costado del mismo camino por donde te alejaste para siempre. Desde entonces a la fecha se fueron deshojado muchas decenas de calendarios, incluyendo el envejecimiento del tiempo, las variaciones del mundo, los cambios generacionales, las evoluciones de la moral, los deterioros del cuerpo, las debilidades, los arrepentimientos, el cansancio, la nostalgia, las quimeras… Sin dejar de mencionar al porfiado y estúpido amor encaprichado que se hacía presente absurdamente cada día y en todo momento. Tardé casi una vida entera digiriendo meticulosamente la evasiva ingratitud de tu recuerdo y arrastré sangrantes mis esperanzas por los rieles de los minutos, horas, días y años y a través de absurdos y ridículos sueños que se diluían amargamente en una eternidad. Sin embargo, finalmente, en el remanso de una madurada razón fatigada por la tortuosa y extensa deriva, la cordura logró reflotar triunfante hacia la superficie. --¡Al fin!-- Inspirando a nobles, dignos y justos sentimientos merecidamente habilitados y hacia un destino correcto. Entonces, ahora puedo decir responsablemente que a ELLA, le amaré hasta la muerte y a TI, ya te odio con todas mis fuerzas.
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Raquel
P/D: Enojado por algo conmigo ??
juan carlos reyes cruz
Gracias por estar presente.
Un abrazo.
Raquel
Raquel
Daih
Un abrazo querido!
juan carlos reyes cruz
No obstante, nunca es tarde...
Tengo el vago presentimiento de que algo de esto tú también lo sabes y te ocultas tras marañas indescifrables.
Un abrazo, también, pero mucho más grande.
Daih
Un abrazote de oso panda! =)
Daih
juan carlos reyes cruz
Es la causa por la que en ocasiones no agrego un comentario y paso en silencio. No obstante, confieso que me gustan --de manera fragmentada-- muchas de tus metáforas , frases y palabras.
Pero de lo que no tengo dudas ( y es por eso que te aprecio) es que tus diálogos y opiniones son inteligentes y francas.
JC
Daih
Un requetecontra abrazo =)