Cuando la ternura asoma
como el primer rayo de sol.
Una palabra traspasa una emoción.
Aquella acción diminuta se hace inmensa.
Se devela el misterio
y agrega una caracteristica al enigma.
El secreto mas preciado florece
sin ser el que compete a la popularidad.
Basta una mirada, 
unas palabras.
Y hasta a veces el silencio...
Son los protagonistas para declarar esa sentencia de muerte. 
 
Uno queda inmóvil en el tiempo. 
Para despues surgir y proseguir su camino. 
Con el aire renovado.
El cielo limpio.
Y en donde el viento no desaparece
ya que debe dispipar la tormenta
u ocasionar la tampestad.
La alucinación es anulada por la ilusión.
El sueño el motor de la esperanza.
Y esta ultima genera fricción a la vida. 
 
El impacto de bala es irreversible e intensifica aquella grieta
que apenas se divisaba en el segundero del ser.
Similar sensación cuando empezaron su unión
aquellos fragmentos desintegrados por el aire
de aquel marcapasos natural.