Fluyes, reconstruída en la corriente,
             desde el macizo blanco de tu cuello.
            Empapada de sueños: hemisferio silente.
            Manas condescendiente en tu brotar de líquidos.
            Mujer casi adolescente como el agua,
            célica la piel en transparencia:
            Diáfana, como mañana que no pasa.
            Tu silueta a mi lado me restituye, me conforta:
            Eres la sal fluvial, la flor acuática,
            la hermosura en tentaciones consteladas
            aquella rosa húmeda a que flota y trae júbilo.
            Tus ojos son diademas que me prendan,
             tus manos son los refugios en los que escampa
            cuando la vida me hace tiritar de fríos
            y sus hervores en mis sienes hacen diana.
             Eres la libertad en fluyente efervescencia:
             La plenitud que no es agitación y embriagas.
             El largo de tu piel es la medida de lo que me apetece:
             Pétalo dulce, el sinsabor a tu lado no agrede
             y en la paz de tu Paz yo me descanso.
              Descalza cabe en mí todo ese ensueño
             que es exclamación, exhalación,efluvio que me exalta:
             Vibro hacia mí y hacia dentro mi garganta grita muda,
             para no despertarte, lirio lindo, lirófora que saca de mí lo rapsoda.
             Mi lenguaje es de letrado que no pesa, de tílde que se acaba,
            pues mis sílabas se acurrucan en tu oído muy atenuadas y ya no reverberan....
             Hecha de versos, fuego y alegría, titilas y resplandecen en mí  mis hondonadas.
             Cristal de hielo, nube agradecida: no voy a contrapelo tuyo y siempre transijo
              Si vez la paloma alta que desmelena al trigo, ella se aquieta y vuela en tu sonata.
              En este peñasco en que ambos somos ola y oda y un sólo ser que coexiste,
              coloco yo a tus pies mi torpe capa y el espantoso corazón que yo tenía,
              antes que tú a brazadas me cruzaras y pusieras tu magna semilla en mi camino,
               y con suave luz concéntrica y magnetizada me extasiara y así, seguí prendado.
               Yo soy el que jugó con verbos y pronombres: Aquel en que las sílabas sonaban
               al unísono en consonancia suelta repetidas..... Y me aturdía, a veces, sojuzgarlas.
               Pero ante ti me subyuga lo sencillo: el pan con visos de miel, el apiario riente,
               la copa de remansos que me sirves con vino plácido que mis sentidos libertaran.
/ Puse a tus pies el gerundio y retorne a la vida, que en ti se me apetece suave y muy ingrávida/.
 / Estás hecha para flotar en esta cama ilusa que era mía en mi mundo antiguoy ya reinas: Reina invicta/.   
 
    / Racimo carnoso que indómita me traga en su parpadeo lúdico, y tu paso amoroso no perturba../.
 
   ...jugando a redibujar rosales íntimos que en los que yo era íngrimo y yerto, reavivaras.
/Si he de amarte en mi mano zurda está la fuerza, porque la diestra se ha tornado en lis rosada y ama / .
   / Elíxir transmarino que yo tomo de los espejos en los que tus reflejos y destellos se agigantan./ Y con un beso al viento libre mi distancia a tu distancia se ve corta...y mi sollozo salta .../
    /  Bebo junto a ti este vaso de abrazos que redimen, de lilas amarillas y de sonrisas malva./
 
       Entras en mí y tu verdad penetra, santifica, y hace que lo sombrío se disemine y vaya.
           Si veo los astros floreciendo en equilibrio y la armonía celestial perfeccionada
           y el dolor de las edades sepultados en un epitelio de modélicas membranas
           es porque has reparado las edades rotas y dispersado de lo negro lo fantasma.
           Así haces con mis yerros si te pienso: al bien los encaminas, lluvia clara.
            Y en ti me esconderé porque en mis senderos crecía el yermo y el dolor los permeaba.
           Pero he aquí tu latido que sueña, tu brillo que va encimándome callada.
    Ahora a mi lado te has hecho riachuelo y así duermes, y en tu dormir mi sueño se descansa.