Por que vienes a mí de madrugada ?
Publicado en Jan 02, 2024
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                   Por qué vienes a mí de madrugada ? , Insomnio:
                  vestido de Poesía que no habla, de cántico que faltara ?
                  Nada falta de ti, oh poesía ni de tus elocuencias ni de tu traje lírico.
                  Por qué abres mis ojos y me hablan tus sílabas lastradas ?
                 No sabes que al onírico momento necesito ?     
   Entreabres mis párpados y disertas al claroscuro de las vigas que sontienen mi ingrávida recámara.
                  Penetras mi entresueño y proclamas la tersura del verso libre, el ardor incendiario
       de la rima plisada, te deslizas en el viento abierta, quitándome el descanso y sus violetas.
          No puedes esperarte en tu entresijo al menos a que mis sueños ya clareen ?
           Tiránica te adentras en mi noche y me despiertas cuando se cierran las páginas del mundo, destilando tropelías tu alfabeto.
            Yo siempre ingreso a mi sueño temprano, cuando la tarde apenas aminora sus horas,
        para que alcance yo a entrar en el destello simple del que abandona la noche por desvelo.
             Vienes a mí declamando ligerezas.
                introduces vigilias y vuelas con liviandad: me traes desconsuelo que no ceja.
            Con fuerza demencial llenas mi mente con imágenes tibias que se degradan.
              Jamás he deseado que procedas a adentrarte en mí, que no soy bardo,
              tan sólo un ser de sueño intersticial de cuerpo hueco que quiere deleitarse en
           los matices de ese orbe que cautiva a la gente y reconforta: un lugar de remansos
            donde ví a los hijos que no tuve dormir en la tersura que me niegas.
           Gigante disruptiva, me perturban tú y tus cánticos labrados, soberana
         que me dejas en un sub mundo de agonías, pues yo quiero dormirme sin mas penas.
            No te puedes saturar de mis sollozos: tus liras delirantes, trato de desterrarlas y
             no venzo.
                 Tu nitidez repite en mi entrecejo una y otra vez sus vocales ya agrias de aguerridas.
                No puedes prescindir de este albacea que anhela algún recodo en que no resuenes.
           Vienes como martirio incandescente, a llevarte la calma que, protesto, me despojas.
                  Vete a otros substratos, ya no respiro en la consonante vacía que reinventas.
                  No sabes que no sé que es decasílabo ? Que Dios no te enseño a pactar treguas ?
                 Jamás te he presumido ni leí diccionarios, pero eso no te importa:
                     Inconciente cruz, me crucifica tu descarada esencia tan liviana.
                   Por qué forjarte en mí que soy lamento, soy el que pide dejar este suplicio.
    A media noche cuando las ánimas ajenas se recuelan en el encanto de soñar con regocijo
           me tomas y me entierras tus piquetas y descaradamente  profanas mi momento
           profundo . Con fiereza me elevas al desvelo para que te repiense
 y te escriba....y siga reescribiendote hecho        andrajos.
              En ese momento largo me desangras las sienes: no dejas que se serenen mis oídos.
                Buscas que te repita, canto triste, desciendes en escalas con tu fuego y en mí se
              disemina pesadumbre: No dejas descansar a este ser muerto negándole la paz que
               sacia a los bandidos. Tus niveas claridades me desgracian más no te apenas de mi,
               apenas me despierto visto frágil y soy precariedad de arena sucia.
 
                Caes a mis abismos, te descuelgas, en tus descenso de cristal y sus secuelas
                 hacen que quiera verte llena de delirios: llévate tus deslices a otro ático,
                 pensar de madrugada me demuele y yo quemo tu matiz de tez bruñida, llévate
                tu esperanza a una intemperie y suene tu granizo en otros tímpanos que acepten
                tus desasertados aromas: no disuelvas ya mi esperanza en tu dulzura falsa, farsaria,
                 que arde fuerte en mí y mis mil trasnochos. Márchate por tu cauce a algún destierro lerdo sin latidos, encuentra latitudes que te anhelen.
                 No quiero ya ver tus derroteros: no quiero ser esclavo de tu especie, vuélvete
           un espejismo que no brota, un titilar tan seco que no destruye y vé mi pundonor como
              algún muro no traspasable: pervivo en carestía.
                Tu suavidad me estresa, me liquida: vas por todos los aires que recuerdo,
                 buscando algún mulato en el que entierres tu imagen de agua dulce ,la tesitura 
            de pistilo en un cáliz adorado: Lapidaria, recoge tus silbidos y sones,me enloquecen.
                 Si me dejarás dormirme te amaría, más ya tus notas álgidas detesto.
                 Lo claro de tu miel me hace salitre, resaltas lo que es magno y me arrodillas:
                 yo te vuelco en la página morada mientras mi filamento te delata porque tú 
 eres desdicha que devora, manto que hiere, corona que desgarra y amonestas con amarres 
  amargos: te sirvo de tocata y con lamento sé que tus cataratas no han dormido y finges que vas
    a guardar tu sainete, más como todo lo tuyo eres volátil y sigues tras mi oído y me prensas.
              Supiera que eres suave en un receso: déjame ya dormir  sin clarinetes y podrías
           ser bálsamo que su savia remojaría el dolor en que me abrevio y me prendería de ti
        y tu arena frágil pero tus elegancias me destemplan, me arrojan a ser párpado molido,
         cuerpo que no desea tus sonrisas: Gira como la luna y ve a galope a buscar otro torpe
        que te grabe sobre la tierra vasta de su mente y corra como yo por ver tus lilas, tu     dualidad de cepo intransigente : permíteme que escape y que me olvide de tus trinos de sed   muy enfermiza, porque mi cuerpo se desmorona en clavos mientras no hace pausas tu vorágine y lumbre viertes.
       No quiero ya calcarte en un recuadro ni que desmontes mi vida en tus cuadernos.
           y deja para mí las madrugadas para que como mortal reboce de sigilos. 
         Déjame que me escape a un lecho hipnótico y luego que a raudales describa tus caudales que retengo, porque tanto me has incinerado en mi morada que podría dorarte entre los mustios, si me dejas al menos, de tanto en tanto, tus manglares y  quizá, tú raíz dorada en paz perciba.
 

               
         
              
 
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Foto del autor Richard Albacete
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Descripción

Poema a las letras que atormentan.

Palabras Clave: Por qué vienes a mí de madrugada ?

Categoría: Poesía

Subcategoría: Gótica



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