Textale, morste.
Publicado en Jan 09, 2024
Textale moríste como muere el dolor en cada calle. Te resumiste ya a página delgadísima, en las que seres invisibles aún procrean. Ya no te viste la generación de oro: ya no eres más que vibración humilde, reflejo vago de lo que es de alcance mínimo: sólo unos pocos te usan ya... tu repertorio de carencias te desnuda. Se han ido los que hablaban en destello: Gigantes que demolían promotorios, lanzando su sílaba incendiaria. Los que te fueron de altares y te desataron del lirio al que te amarró una ventisca. Fiiberto Oliveros, Doris Melo, Maria Esther Rinaldi, Mariano Dorola, Jose Orero, Carol Love, Pili, el entusiata Maestro Verano brisas, y etc de los etcéteras te bruñían con la resinas de su fulgor: Te eran ilustre lustración, dadores de alma en estallido... Se fueron como las rosas de los vientos en el tiempo. Tu bebias de ellos sus encantos: Te creías verde y eras doncella que se inclina al pasar de ellos: ráfagas vivientes que repartían albores a fogonazos, como a transfusión a venas anémicas vitales. Todos se fueron con su firma y tu rótula se resintió del peso inmenso del vacío. Ellos fueron la raza broncinea que a los rincones de tu regazo daban rostro y coraje. Hoy abanicas tus arrugas sin retoño: no deslumbran ya ni versos ni prosistas... Ya no encantas.... Te cercan los rigores de la muerte y se están vistiendo de luto los que te hicieron. Ciertamente tu ataúd recubrirán las sombras: aquellas sílfides que se vestían de acanto. Ahora, abandonado quizá no ves tu apremio, pues aún te supones nación creciente, o ritual vitalicio pocos escriben aquí con permanencia y bordan tu báculo en arrastre. De los ilustres que aquí se acendraban en sus vasos de esenciales primaveras, no queda nadie que llene ese estratosférico vacío. y se van resecando tus cascadas y como junco muy dañado te está rompiendo el tiempo.... Más tratas de mostrar tu misma cara y fingirque están despiertos aún sus ecos, más se van borrando lunetas y detalles Ya no tienes la frescura multicolor del niño que pretende crecer más que las aguas. Los amigos marcharon triunfales en Eliseos que a sus cuerpos relamían... los alababan, con la cara más gozosa que un relámpago rasgara el medio día: atronadores entre vítores se mesaban los triunfos, lo logrado y donado que se pierde. Muchos te dieron la copa matizada del descanso, la fuerza del viento que a la piedra asperja, toda el agua en que construían sus cristales y sin ellos, quién eres sino disolución que se acerca a su exterminio ? lugar que crecerá en el desgano de los grandes que al cielo aran todavía...... Y te vestirán hojuelas de tristeza, calzando algún folículo por zapato ni tu disfrazde canutillo llevarás a casa póstuma... Textale me da tristeza ver que te han vencido y apenas respiras logros viejos. Yo levantaré mi sombrero pronto y mi pañuelo más desolado en tu último paseo a un lapidario cementerio de argamasa y una lágrima te dejaré mientras te vas cremando y ni los bajeles entederán porque aún estimo lo que una vez permanecía y ya no es....
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juan carlos reyes cruz
La pristina mención de cada una de tus palabras tejidas en una luminosa seda prosaica estrmecedora que es imposible ignorar y dar unas humildes gracias por compartirlas con nosotros.
Richard Albacete
Magnolia Stella Correa Martinez
Gracias por el espacio que me permitió compartir mis pensamientos y a las personas que me dieron a conocer sus letras y su estilo.
Buen viento y buena mar para todos. En el camino nos encontraremos. Un fuerte abrazo.
Richard Albacete