Primera vez en que me decepciono así tan vasto que no siento el galope
                  del sílice en mis venas, ni a la flor desgarrada ante la roca altiva ,
                  ni mi sangre llenada de letras que no han envilecido ante la villanía
                  de aquel lleno de exhortos que proclama ser escribano excelso.
 No supe de política que hacen los seres pírricos: médicos que apuñalan con quebradas navajas.
                  Y su apellido es cuerno de vaca esmirriada, caída sin potencia
        que jamás alcanzará a levantar alfabetos, pues escribe menguado sus hialinos sonidos. 
         Cada quien a lo suyo y que sea discreto y tósigos no de con sus flores baratas.
    Jamás levitará en gloriosos jazmines pues  su inconsistencia lo hace apenas un pretexto
         en su rincón barato de graves calaveras: un agente protervo sin ton ni son lumínico.....
   Podrá saber muy bien donde queda la escápula y el lugar angular donde se inserta el húmero.
      y creerse prodigio ante sus rocas muertas, pues siempre vive en otoños carentes de violines.
       Levantará su púlpito quizá sobre dos diptongos y escribirá arengas tan sólo por hacerlo.
       Y libritos unánimes de rima descosida, no tendrán más soporte que el de otra bagatela.
      Pero siempre que avance estará en el principio.... triste eco que cree desarbolar al aire...
      Navajazo que entra en febríl desventura que se levanta egregio y sólo es hueso seco:
       Una nada calcárea que se creyó entre vítores  y atizó la discordia entremetiendo manos.
      Pero heme aquí de frente ante lo que no es craso y recibió del Divino ojos contemplativos
      y que jamás se miró ni mirará en un punto fijisimo, pues puede hilachar cadencias y arboledas.