Anduve.
Publicado en Feb 02, 2024
Anduve, donde otros no pisaron:
por pieles esculpidas en cuerpos abrazados, por camastros perdidos, y abrazos en mi antípoda. Por donde sube un beso mentolando mi alma: Por el cuerpo anchuroso dilatado en su entrega. Existí y fue mi vida como algún horizonte que se guarda en el ático, para buscarse a rastras por si se necesita, algo de mi pasado que no partió en galeras: guardado como señas de que he coexistido con aquellas magníficas salidas del alabastro, y otras un tanto alegre, repartiendo dulzuras. Vine, fuí, partí, aguardé, me retuve, regresé al lugar preñado de unos hijos dóciles al que llamo mi patria. Las noches fueron de goteras de ardores e intercambio de alientos, más la palabra pária saltaba en los colchones dándome sufrimiento. No hallé otro nido donde dejar mis alas, más que aquí, lugar de mi jadeo primero y donde he de dejar que marche mi estertor y en el solano vaya, mientras paso de carne a ser un aire sediento de subir las cornisas celestes: si me llaman, no invocaré a la luna ni al Sol siempre sediento, ni daré esa agria y aguda voz que en algunos suplica y tristemente lamentan cuando llega su tiempo de volver a lo terreno, y mis vestigios cesen y caiga mi bandera .
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juan carlos reyes cruz
Saludos afectuosos.
Richard Albacete