Nac
Publicado en Feb 27, 2024
Nací en país sin puertas ni ventanas
donde el vecino era mejor que cada hermano. No se necesitaba de sótanos ni áticos para guardar dolores, pues no había desencuentros. Todos nos fundímos allí en un amor unánime juramos entendernos más que palomas en un nido. Respirar la verdad de los que nada alteran. Estrecharnos las manos hasta reconfortarnos. Como espigas al hilo nos batimos riéntes. Amigos que en las tardes compartían la plaza: No faltaba el abrazo que nunca está de sobra. Ninguno era arisco y tenía dos alas por brazos. Era ese un tiempo idílico tan lleno de odaliscas. La sensatez indómita borraba los temores. Las mujeres ajenas siempre fueron ajenas y ninguna tramaba despojar a otra de amores. Era como antes de la caída del mundo: ni en mí ni en ellos se presenció pecado, pero vino un diabólico a traer su diablura y alguien de lengua blanda que al chisme fomentara. Y, casi de repente se hizo pueblo mustio de muy mala melena y de apariencia errática. Resonó la vitrola mojada por tequila y derramose en vasos. Y fue otro muladar poblano el que llenó la sierra. Desde entonces mi pensamiento no logra la pureza y presiento se tiñe de disonancias graves, que traerán el tormento del inmisericorde de lascivias intensas y mentiras erosivas..... Ahora nos volvimos ciudadanos del mundo y el mundo sucio arrastra con sus garras pesadas, cayendo cada quien en su centro vicioso inhalando, esperando, al incauto que pase...
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juan carlos reyes cruz
Sin desvirtuar la naturaleza implícita del nhelo que te impulsa a expresar estos franos versos, permiíeme que discrepe de la reaccion que se genera con tus dichos en él, porque el mundo desde que es mundo nos ha venido mostrando su egoísmo, su individualismo, su engreido y arrogado poder y su indolencia; y no niego (es imposible hacerlo) que cada uno de nosotros ha tenido momentos de dignidad y gratas vivencias inolvidables que son muy dignas de rememorar y establecer como hitos de nuestra existencia; sin embargo, dichos pasajs son absolutamente personales, o, puntualmente históricas en muy determinados episodios, pero de allí a calificarles como completas eras de un pasado humano ideal, se abre un eterno abismo.
La historia tiene mucha más edad de la que creemos... y el pensamiento de Galeano se debe interpretar de acuerdo a lo que yo digo.
Richard Albacete