La Voz se Hizo Muda y el Alba Naranja
Publicado en Mar 02, 2024
Los días que he pasado viajando han sido la expresión más clara de lo que es una desolación tan exquisita. Las ideas me pasaron por mi mente como un evento climático desastroso, desconocía el origen de tal escarmiento personal, las noches escurriendo un gran vendaval tras mi puerta de oficina.
Cuando tocaban al timbre solía detestar la presencia del nuevo visitante, no me negaba a recibir, pero si a oír una compañía no invitada, callarme fue una excelsa decisión para después entrar en debate frente al espejo. Tenía sueños y era regresarme a Andalucía y disfrutar de un paisaje lleno de calidez y buena comida. El vino cayó gota a gota sobre el piso, no deseaba beber más ni siquiera consumir tabaco, ya que era mi último clavo en el ataúd, Al alma qué anhelaba amar, se había marchado sin dejarme una nota en la mesa de madera de roble, partió sin tinta y no fui consciente de ello, solo pude tomar un diario y leer lo que al final decía, eso bastó para que nacieran unos versos simples y con poca estética. Minuto y segundo vivía por recoger el aire Marchó un diente de león sin tocar el rocío Me llené las manos de frías aguas cristalinas La voz se hizo muda y el alba naranja Dulce arena con vida inerte y humo Cae firmamento con la elegancia de tus diamantes Has nacido iluminación divina y frágil Posa sobre mi como una mariposa Torpes manecillas qué hacen dudar al hombre Atrasa el vuelo de un ser con alas Consumió todo aquello que alimenta una hoguera Tenue siguió la brisa qué al final fue hechizante Respiro ya sin fuerza, pero con valentía Esperar que el ocaso haga lo suyo sin temor Arranqué todo un jardín digno de un sol de verano No existe la justificación ante tal belleza.... Decidí consumir la pocas pastillas para conciliar mi desdén y solo así poder salvar lo creativo qué había quedado, despedirme fue y será de mis mejores decisiones para cuidar de un nuevo jardín qué no tendrá más flores y ser responsable de que las mariposas de todo tipo y con colores hermosos no vendrán jamás.
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juan carlos reyes cruz
No obstante, dicho este comentario responsable, entiendo la motivación pasajera que nos invade cuando nos encontramos con un conjunto de personas ajenas a nuestra pasión y nos muestran una mezquina indiferencia, con aquel notorio sello de ser ellos solamente los que importan sin dejar --al menos-- un ME GUSTA.
Pero permite que te diga, Brenda, que esto último no es la esencia de la realidad, y que tus versos y tu prosa contienen un dorado y transparente horizonte esquicitamente aromado que en cualquier latitud que se presente será bien evaluado.
Un abrazo
JCRC