De pronto
Publicado en Mar 22, 2024
De pronto, vine hasta los nogales: ví a la nuez en su rueda,
la faz de la bellota, la juventud del árbol que daba fruto al gusto, la granada, llamándome como siempre y me amaba y le correspondí olvidándo a los nísperos, dejando que pasara la fresa en su tranvía: y la mordí y la amé como amo también a la manzana cortada y a la pera en el aire. Me arrinconó un recuerdo en los campos de cereales, entre aromas quemantes: Recordé que no fuíste una sombra o un lápiz o un sueño del tintero.... Que fuíste real y tierna como aquellos maizales que me buscan silbando. Recordé de ti, de primero, el sabor a castaña antes de ser comida y por mi ser probada. Y en mi incipiente alzheimer del que murió mi padre y hacia mi se extendía, te sentí como copa de agua sin cal dada al sediento que se ahoga en sus pasos. Supuse que tu ardor levantaba mis celos y creí reconocerte en la selva compleja: Muy cerca del canario que da sus cantos suaves, o la magna libélula que para mí se hizo. No era y era tu presencia: era un trazo de ti moviéndose entre copas como cintura al aire. Se dibujó un pecho que mi mente supuso ver de entre los girasoles y una rara mirada de agosto o de julio, sentí en que venías alegre entre las sávilas y sonrisa del nardo. Sentí tu lozanía más que la madrugada, más que la ley que ata y paraliza ladrillos: Se susurraba un canto que estremeció las ramas del vergel y aturdió rosaledas. Entoces supe que pasaban tus ecos desde otras fronteras y que eras continente fuerte para los pies del ciego y bailabas allí donde el nitrato vela y se muelen las perlas.. y que quizá, ya eras, el Amor de los otros....
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Elvia Gonzalez
Raquel
Richard Albacete
Richard Albacete