Casi..Como un ngel !
Publicado en Apr 08, 2024
Abril 8 de 2024
Despertaba aquella mañana vestida toda de gris con tonos salpicando algunas tristezas al ver a esos árboles con sus ramas desnudas despojadas de sus hojas, de sus frutos y era como que se avergonzaban ante la mirada compasiva de los acostumbrados transúntes , o porque tal vez algunos de ellos sentían nostalgia por aquel recuerdo romántico que comenzaba a palmearles el corazón al pasar por ese mismo lugar y en esa misma estación del año.¡Es que el invierno había llegado y para muchos era una estación no desada y no querida como era el caso de Ana. Ana es la protragonista de esta historia y es quien caminaba entre el coqueto ruido de sus tacos, maquillada , sonriente , animada , observando a lo largo de la vereda una fila de árboles con ausencia de colores, de aromas . Ella no tenía buena relación con el invierno pero igual , hacía como que lo estuviera disfrutando y se proponía esa sensación de estar tansitando por una larga alfombra roja sobre la vereda y que la fama la rodeaba, pero no se dejaba intimidar por el invierno ¡eso jamás ! , ni tampoco demostraba su apatía hacia el y así seguía el camino hasta el consultorio de su médico cardiólogo por rutina de control lo que se había convertido necesaria luego de fuertes taquicardias sufridas en una oportunidad en la que su corazón latía muy fuerte, tan fuerte que creía que se iba a salir de su pecho y pensó que iba a morir y el miedo la atrapaba en un ataque de llanto y desesperación como también a su familia .Tal es el caso que, al enterarse su doctor cardiólogo la reprendía por no haber acudido a él de inmediato ya que era el momento perfecto para hacer un estudio claro sobre lo que le ocurría de acuerdo al ritmo de los latidos. Cada vez que requería un control médico llegaba al consultorio con tranquilidad luego de los trámites administrativos y observando para aquí, para allá buscaba una butaca para sentarse y allí se quedaba tímida ,callada, pensante, reflexiva y por momentos con sutil mirada observaba a quienes estaban en la sala sentados o de pie a la espera de ser atendidos, pero ella permanecía en silencio y cuando levantaba la vista solo era para mirar hacia un costado de la sala pero ya tenía a quién mirar , en su mente ya había una imagen de alguien de guardapolvo blanco que pasaba contorneando la baranda de la escalera para subir a otro piso , piso al que nunca había ido ella y que tampoco sabía que existía en tanto tiempo que ella acudía a la clínica pero se daba cuenta que era un profesional de la salud, entonces ya no le importaba que le conversen o no porque su mente ya estaba ocupada hasta escuchar la voz contundente de su médico pronunciando su apellido y esto le causaba gracia porque le hacía recordar aquellos años de estudios en los cuales los profesores también solían llamarla por el apellido cuando debían entregarle el parte de exámen y allí se mezclaban sustos y ansiedades que estaban a flor de piel por las notas aprobadas o por las no aprobadas y esto era algo que no se podía evitar por más preparada que estuviere la materia a rendir. ¡Pero en este caso puntual de estudios cardiológicos ella no estaba asustada : ¡NO!,no sentía susto ante un Holter , ante un electrocardiograma, ante la toma de presión arterial si era alta o si era baja pero sí sentía miedo ante las taquicardias. Cada vez que cumplía en tiempo y forma con los controles de su cardiólogo se encontraba con buenas noticias entonces ella se sentía feliz pero le apenaba escuchar a los demás pacientes (sin querer hacerlo) mientras esperaba ser atendida ,que contaban sus problemas de salud realmente delicados y ante esto Ana sentía que debía poner más atención a su control médico haciendo siempre lo indicado por él. Pasaba el tiempo y llegaba de nuevo el control y volvía a ver a quién para ella comenzaba a ser un ángel porque así lo sentía , así lo veía , así lo imaginaba y varias veces más cuando esperaba sentada en el extremo de la fila de butacas o de pie y ya no le importaba darse cuenta que ninguno de los presentes le hablaba ni le participaban de sus conversaciones porque ella ya tenía a quién mirar, aunque nunca preguntaba a nadie si quién era él , ni especialista de que, ni nada. Ana deseaba saber : ese maravilloso ser de blanco que pasaba contorneando la baranda sin saludar a nadie, sin mirar a nadie , con la cabeza y mirada hacia abajo , con pasos suaves , sin ningún gesto en su rostro ¿quién sería?; ¿qué pensaría al subir la otra escalera? ; quién ocuparía su mente, su corazón?. Ella podía sentir esa tristeza , esa nostalgia por algo o por alguien tal vez en su alma cargaba . Se preguntaba una y mil veces más mientras regresaba a su casa:¿quién era?, ¿acaso le contaba sus penas a cada escalón de la escalera mientras los rozaba con su lentos pasos?,¿acaso dejaba todo lo que sentía en su interior para dar lugar al profesional cuando llegaba a su consultorio?; ¿quién era él?. La vida de Ana en lo social , laboral, familiar seguía dentro de todo muy bien hasta que en aquella madrugada del 2020 una tremenda noticia desmoronaba al mundo: llegaba a la vida de todo ser humano del planeta el peor de los males:COVID 19. Ana había tenido su control médico dos meses antes de la llegada de este virus y en pocos días tendría un nuevo control. Pero, ¡todo había cambiado ante esta explosión de pánico, de llanto, de incertidumbre, de plegarias de todos los credos religioso , de miedo, de separación de miembros de la familia, de desconfianza,de dolor, de pérdida de seres queridos , de amigos, de colegas , de trabajo, de estudios en todos los niveles educativos y en todo tipo de trabajo y los barbijos pasaban a ser prioridad en el uso diario en forma contundente en cada persona sin importar edades , clases sociales ,sexo entonces el control cardiológico de Ana se alejaba más y más porque se declarada la pandemia , los contrles médicos no pudieron llevarse a cabo ya que en todas las Instituciones de la salud solo atendían las situaciones emergentes, casos de extrema gravedad que sí o sí requerían urgencia. Dos años después 2023, cuando ya se permitía nuevamente el ingreso de los pacientes poco a poco casi como antes Ana volvió a su control , pero en la puerta de entrada a la clínica le informaban que su médico estaba enfermo, que volviera en la próxima semana .Luego nuevamente la próxima semana volvían a informarle que su médico no se podía reintegrar todavía, tal vez que podría volver a fines de agosto pero que no era seguro. Era un 15 de septiembre 2023. Ana se encontraba con amigas compartiendo una amena tarde cuando un fuerte dolor de cabeza la atacaba,lo que nunca le había ocurrido antes, sus amigas acudieron a tomarle la presión de inmediato ¡y la tenía muy alta!.Inmediatamente volvió a buscar a su doctor , pero no se había reintegrado todavía y fue allí en esos momentos en los que en administración de la clínica le informaban que había otro doctor cardiólogo antendiendo a quienes fueron derivados para él e inmediatamente le extendiron el número de teléfono para que sacara turno ,mismo que hizo apenas llegaba a su casa acompañada por un grupo de amigas, hermana . El día del turno Ana pudo conocer recién el segundo piso de la clínica ..¡pero la sorpresa más grande ,más inesperada, más latente, nunca imaginada que se haga realidad la esperaba al ingresar al consultorio:.¡Allí estaba él !, con su blanco guardapolvo abriéndole la puerta del consultorio CASI...¡COMO UN ÁNGEL, y él es y será para Ana un Ángel terrenal de carne y hueso que atenderá a su corazón hasta que Dios lo decida, aunque él nunca llegue a enterarse que ha dejado allí , en ese corazón de ella, miles de mariposas brillantes revoloteando colmadas de emoción, de ilusión ..¡Y tan solo con eso ella ya es feliz sin esperar nada más..! Raquel C. Zurita.
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