Esta historia podría empezar…


***El profesor no encontraba los artículos para la conferencia que tenía concertada para esa tarde…***


Pero quizás sería mejor, aunque más difícil, redactarla en primera persona, impactaría de distinta manera, más cercana, más creíble; la decisión tardó, pues cabría la posibilidad de descubrir de antemano la mella del tema, como ya ocurrió en su novela pasada, en la cual el personaje descripto cayó en su misma trampa, y le costó un gran sacrificio salir ileso del laberinto. Los pro y los contra jugaron entre sí.
Por un lado estaba convencido que al ser el propio personaje quien compartiera su secreto, descartaba las dudas o posibles equivocadas interpretaciones.
No obstante, si la supuesta historia sería expuesta en tercer persona, como ocurre en la mayoría de las novelas, dejaría lugar a la imaginación de los lectores, para encontrar sus propias soluciones a los problemas planteados en el trayecto de la lectura, y ello, de por sí, sería muy atractivo.


Veamos como resultaría…


***Los nervios lo consumían, quiso gritar, pero se abstuvo, hablaba a si mismo...los dejé arriba del escritorio y desaparecieron...imposible presentar mi tesis sin los malditos documentos...no me queda otra salida que postergar la fecha, las consecuencias serían una mancha para mi reputación…***


Estoy en una grave disyuntiva, no recuerdo caso semejante, que yo no sepa decidirme... tal vez debería tomarme un tiempo de descanso, la verdad no sería mala idea. Ya mismo me ocupo del asunto, y que los “posibles profesores”, esperen….jajajaja….


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