“¡Ah! Fácil es entonces seguir el camino trazado y descubrir… ¡Que no hay caminos neutrales! ¡Ni luces eternas!… ¡Ni ecos inmortales…!¡Ni ofrendas aseguradas…¡Ni elegidos perpetuos! La tierra y la vida; …. convertida en una gran anilla siempre acosada por la brisa… ¡Rueda! Rueda y rueda… Gira y gira, tocando el silencio en su danza caprichosa. El mundo es así de simple: Viajas siempre, más allá… del hoy, algunos desertan, otros…continúan” Cap. V Lewu /GAVN

Hermosa poesía Raquel. Sabes y creo que lo he dicho muchas veces que la mirada es la primera palabra sin voz, pero que suele expresar más que muchos capítulos de una novela. En Lewu, ¿te acuerdas? Esa novela que escribí después de estar en “Territorio Impenetrable de Tobas y Whichis” Justamente es cuando el anciano de pocas palabras, pero de profunda mirada le habla al forastero solo con la mirada y cuando ella, intercambia mirada con el protagonista donde se establece un vínculo sentimental del silencio pero del acuerdo mutuo. Una foto, o un objeto compartido que lleve a esos momentos en que relatas lleva a soñar y no solo recordar sino a revivir instantes que “ruedan y ruedan, giran y giran tocando el silencio”. Un homenaje delicado y sentido como lo es cuando dejas que tu alma hable.
Felicitaciones Raquel

siento que hasta mí llegan ecos
de un concierto de bella sinfonía
embriagando a mi alma cuando
muy temprano, en la alborada,
me encuentro con tu mirada
mirando a la mía.
Raquel C. Zurita

Sabes justamente estaba escuchando unas sinfonia mientras leia tu poema, y justo ese pedazo que arranque de tu poesia quedo dando vuelta en mi cabeza, mientras Vivaldi y Paganini hacen sonar magistralmente sus violines, bello y bella sensacion he tenido ...grato leerte¡¡¡¡ saludos¡¡

Es verdad que el efecto de contemplar una anterior fotografía es un intenso sentimiento con matices guzosos, especialmente si esa captura contiene razgos tácitos, como por ejemplo, una clara mirada apuntada directamente a la nuestra que ahora le recuerda.
Besos y abrazos, Campanita.