Sinceramente
Publicado en Jun 10, 2024
Sinceramente amargada, palomilla cortada de alicaídos pétalos
en tu negliyé holgado se quedan tus miradas: y ves el piso inmenso... Todo lo que tuvo de malo las discordias se metió entre esas cuerdas de suave lencería, donde hoy te complemplo apartada del nailón: Te llenas de dolor en la tela sintética y al pecho van tus lágrimas. Es un dolor profundo que reside en las penas de las monjas eclécticas que lloran hasta la última gota de su duelo por virginidad no dada.... Así como lo hizo lo hija de Caleb y la de de Josué endechaba. La vida te ha lanzado sus certeras tormentas, pues es en sí pesada. El corazón que tienes se dividió en tu pecho y marchó con las aguas. Corazón huidizo entre dedos ilícitos, que diluido exhala tristezas muy mayores a las que siente el mundo, cual muerte a puñaladas. Cómo no he de asolarme si cayeron tus lunas y tus hombros ya sangran? Pequeña entre las cosas que son de las montañas, tu altura se rebaja. Tu postura no es la que el trebol quisiera ni aunque se enajenara. Dentro de algún patíbulo todos los seres marchan, sean o no asertivos: Sin posesión o nombre y talante de eso que devoran las ciénagas. Quebrada en tus recuerdos, la congoja te arropa y te esquiva la aurora que sabe de venenos que llenaron tus venas y se esconde en el viento. En esta hora oscura los pesares se suman más no se hacen delirios. Tu lamento es profundo como grito de alcoba cerrada en los conventos... Y todo se malogra bajo el peso del páramo que deshilacha hechos y es de contrastes tristes: páramo cosumido que resquebraja espectros. Más en esa tormenta que apenas te articula sabrás de reformarte, de quitar los despechos que hoy se pelean a duelo y te hablará lo limpio y en sus sacras costumbres habrá de congregarte quemando tus vacíos y oquedades resecas de amores verticales que con lanzas se han ido a hacer más estropicios, a increpar más alas y volverlas sesgadas y quizás, a cruzar las puertas del infierno, pues sus palabras matan como hordas de asesinos que comen salvajadas y pulverizan perlas, colocando dolor donde ceniza hubiera y malas alimañas que son para el desconsuelo: Lagrimea lo que puedas hasta que no hayan lágrimas y desilusión muera ahorcada en sus barandas y se sequen los cáctus dadores de dilemas y se quemen en tierra Y que tu raíz nazca como Petunia abierta y olvides lo olvidable y la alegría retorne selecta, equilibrada.......................y evite a las tormentas
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juan carlos reyes cruz
Saludos, mi estimado engrupidor...
Richard Albacete