Toco, palpo....agito las yemas de mis dedos.
         Libres de esparadrapo se juntan ligamentos
         para rozar esa lenta caída tuya en el ambiente oscuro.
         Te siendo distendida y reconstituída bajo mi Do de pecho.
          Frente a mí te avalanzas y tu renombre penetra mis esencias lejanas.
          Como las grandes olas que horadan al índico, mi ser de piel traspasas:
          Dama de Noche ígnea, penetra con tus brumas las fibras de este cuerpo
          y dómalo, si quieres...Siémbrale tus caprichos, quita mi esencia mórbida.
          Juega con el metal hundido de esta vivencia lánguida de apagados caminos.
          Trae, junto a tu ánima un revuelo de dichas, alborozame todo mi yo desanimado.
     De esencia pura mójame, restaurame en tus besos donde corazón tuve y coloca uno nuevo.
          Báñame con la vida que frota tus contornos, disemínate en mí: pon tus torres de plata,
         tus puentes en que boga la virtud....Séme aire y la mecha que otra vereda, enciendeme.
         Pasa sobre los arcos rotos donde quedan mis sienes: Que retoñe en tus halos.
        Pasa y quita la bruma que me dejaran noches de malas aventuras por pasos prohibidos.
        Me hundí como metales sueltos en la bahía, morí en la tragedia de engañosos romances.
         Cuanta carroña tuve y no vino ave alguna ni arpía a disminuirla: no tuve la ventura
         de que cuervos lograran llevarse mi agonía ni mis lastres apáticos y me sentí artero,
  todo fue encrucijadas y desplome en mis rocas y me ignoraron las savias y fuí del desconsuelo
               y de bestias que rajan las visceras por dentro....y pisando degradan.
   Pasa y entra en el pobre con tu unción poderosa que arranca el agua mala y la yerba crecida.
    y limpia mi sustancias sin pudor y en desgano...repárame las rotulas y cada hueso exhibe
        con tu canto dorado y espigas que restañan. Quita la mala fiera que conmigo cohabita
       Y coloca tus astas en todas mis ventanas, deja salir al prócer que quedara en mi sangre:
             Hay una parte mía que nunca capitula, que espera a la espera de alguna esperanza.
                  Tómame y reconfortame pues por tu causa expio y lanzo lo mío perverso
             de mi y mis escondrijos a Gehennas cercanas....Sé bálsamo y sé fuerza
    y dame algún camino para trozar mi espada y librarme del vidrio que embiste con ponzoña.
  Sé más que lo que sufro: hazte luz y camino y quiebra el epitafio que se enraizó a mi lápida.