- Le temes. 
- Como la mayoría, nada excepcional.
- Tampoco es malo, lo sabes, ¿correcto? Pero eso de ser tan precavido, te vuelve… monótono, por decirlo de un modo muy sutil.
- ¿Cómo lo dirías de un modo directo?
- Un cobarde, porque tarde o temprano tienes que enfrentar algo o a alguien y si no estás "entrenado", seguro fracasarás.
- Entrenado para el riesgo. Se escucha raro, porque arriesgarte es abrir la opción de triunfo o una derrota y tú vas a decidir qué hacer. 
- Exacto. Es ingrediente riesgo, lo hará que el triunfo, si ocurre, sea sublime y a la derrota, si ocurre, una tragedia.
- ¿Qué hay del  llamado riesgo planeado? 
- No existe. Desde luego sabes que hay posibilidad de equivocarte al tomar una decisión, pero aun así, te arriesgas. No planeas nada, sólo valoras lo que obtendrás o perderás, entonces decides que vale la pena arriesgarte o, no hacerlo.
- Entonces la decisión de tomar un riesgo es reactiva.
-Parte, no en su totalidad, pero sí hay mucho "feeling with guts". En resumen, sabes si no arriesgas nunca avanzarás. Es más, la probabilidad de que retrocedas o tu situación empeore, crece.
- A arriesgarse entonces. Se sufre, pero si resulta lo que esperas, vale la pena. Se justifica plenamente.