Y de repente
Publicado en Jul 20, 2024
Y de repente vienes con todas tus auroras,
incendiándo el ambiente con tu cuerpo de lumbre : Omnímoda mujer integral y absoluta, Vienes entre las flamas con fuegos en sus cánticos. Tu cariño no quema a las aves protervas: De las profundidades de cielos inclinados es que te trajo el viento, de estelas amarillas, para que te elevara encima de mi aliento. Cual fiebre buena eres y calor que revive: Tus coqueteos son más vaivenes solares que cobijan a un orbe de exagerados fríos. Desbaratas heladas que me fueron celando y moliendo los huesos con su nieve malvada. De mí huyeron las voces de toda mariposa y me ví en mi ceniza, cansado, cohibido, barrido por las manos que sacan los desechos a los lugares áridos de un desierto que olvido. No me complació el agua ni sus gotas silentes, quería la potencia del Sol en mi regazo y líneas de fogatas doradas en mi pecho. Bahías ya sin sombra , ni empapada de aguas. Traes todas las de las quemas y volcanes ardientes y el jugo del deseo para nada olvidaste. Fueron largos los gritos mientras me demolía: Magnifiqué palabras para que te encontraran. Fuí vaguedad ambigua y despojo en herrumbe y ser estrafalario en las calles del moho: Más, intrínsecamente conversaba contigo: consubtancial a mí......Innata de mis venas. Básico de mi todo, parte de lo exclusivo... Te presentí casi ubicua, pues no estabas lejana. Estaban tus ardores avivando fogatas y leños muy atípicos, más ahora volvíste, Amor y te saludo y seré yo otra flama que se una a la tuya, en movimiento errático...
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Richard Albacete