El caballo, el perro y el gavilán
Publicado en Jul 23, 2024
Es una más de las historias de un vaquero del nuevo oeste, son los nuevos ocasos de un último forajido. El caballo era el tiempo, el gavilán la sabiduría y el perro la lealtad, el camino no era más que la vida en sí, esas malezas no tenían símbolo ni significado. Las espejuelas de esas botas fueron las marcas de una nueva leyenda. El gavilán rodeaba el halo de luz del sol para ubicar el oeste, se alzaba con una virtud tan ligera y sobria para el nuevo día, ayudando a la caza de vidas menos afortunadas. Los caballos son seres presa qué se aliaron a un súper depredador, siendo una mano derecha a conveniencia, este ser era un Hannoveriano, un pelaje brillante color negro azabache. Cuando se paraba en dos patas en la noche con jinete encima, era como ver un dios naciente. Los sabios buscan una sombra para dialogar y los forasteros un rayo de luz para emprender la huida. Ojalá a tu mano derecha la posaras en tu regazo y no a los pies de otra bestia, el camino al andar es crudo, no hay ley humana qué sobrepase la ley natural de la vida, los riachuelos se secan en verano o simplemente no existen en los desiertos, la sed es tanta qué la boca se vuelve amarga pero un fruto de cactus puede darle un dulce obsequio si nuestro héroe busca una señal en la oscuridad. Las huellas son difíciles de borrar cuando caminas por arena o tierra, la piel esta dorada por los años que se bañó en sol y solo el sombrero cuidó a esa frente perlada por el sudor; escribir cartas con pésima letra y ortografía no fueron más que dulces consuelos para un nuevo amor qué fue cosa de la imaginación con un pasado vivido, un tipo de diario donde existían las suposiciones, es cierto y extraño, él vaquero si era letrado y eso gracias a los periódicos. “Queridos y amados ojos, han sido adaptados a la luz, a la esperanza y fe, de no ser inválidos por el valor de mi cabeza”, las acciones de muertes pesan pero acaso la traición personal, ¿No? Alzar para un nuevo vuelo al ave se volvió más una carta de amor para el aire, el gavilán lo sabía porque era una forma de expresar libertad pero amando a quien lo dejaba ser. Tristemente hay codornices en tierras menos áridas qué dan un día más de vida a los héroes qué, en esta historia solo algunos ojos resaltan en la oscuridad, sin pistolas o navajas. Entonces ¿Qué era yo? En las peleas se pierde sangre y dignidad pero ¿Existe una ganancia qué no sea solo la soberbia? O es mejor continuar en una desolación sin fecha. Los hombres se pasan una vida tratando de encontrar en el humano un refugio sin ceder nada, ni una pizca de misericordia, será quizás la explicación del caballo, el perro y el gavilán o ¿Faltó algo en la narrativa del vaquero?
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