MAGNICIDIO
Publicado en Oct 17, 2009
MAGNICIDIO
Su cuerpo bajo cada grano de tierra aúlla en la noche roja. Su Verdad clama. Huracanes y remolinos caen de sus ojos. El fulgor de las metrallas apagó aquellos labios. La injusticia se vistió de obscuras leyes. Lluvia de balas golpearon al inocente como ríos de sombras muertas. Llegará el día en que su voz la escuche el mundo nuevo y su verdad se levante al fin flameando al viento en Libertad! En el filo del tiempo ineludible el opresor que en esta vida quitó la luna y las estrellas de un sólo Golpe con tantas manos ya no tardará en estar durmiendo con las tinieblas con los gusanos. (YA LO ESTÁ). LAS VOCES DEL SILENCIO Hay húmedo fantasmas recorriendo grietas retorcidas de un pasillo. Sólo ellos saben quienes caminan con las manos en la nuca quienes caminan con la muerte en las manos. Aquí todo huele a pólvora y sangre antigua. Hay bujías guardando gritos y quejidos hay bujías que saben tanto de entrañas desgarradas. Y ahora es casi olvido todo es casi quieto. Cuántos huracanes faltan para quebrar los cristales? Cuántos vienen en camino? UN MUNDO NUEVO (ENTRE PARÉNTESIS) Qué será de mi niño nacido entre bombas? (Yo quisiera para él explosiones de risas? Qué será de mi niño en esta soledad de hombres? (Yo quisiera para él compañía de ángeles) Qué será de mi niño sobre este campo minado? (Yo quisiera para él un rico huerto) Qué será de mi niño entre caníbales? (Yo quisiera para él un mundo de humanos) Qué será de mi dulce niño cuando ya mis brazos no lo cubran? Le habrá atrapado el remolino su alma? Le habrá helado el tiempo su corazón? No quiero ver su rostro empañado con la mueca del dolor no quiero verlo morder estos mismos versos. a mi adorado hijo Luis Alonso. SUENAN LAS CAMPANAS llevo más de nueve meses en el útero del silencio en la gestación del desamparo. M.F.A. Las trasnochadas máscaras están cansadas de esperar. Esos forajidos rostros estacionan su reflexión. Afuera cae locura frente a la catedral cerrada donde algunos aguardan "LA MANO DE NADIE". Todo parece un gran anuncio mientras aquí en este rincón enfermos de piedras y vidrios quebrados los sin boca reptan sobre el infortunio. DESPUÉS DEL NAUFRAGIO De los apartados muros tus cercanas huellas vienen atravesando rostros y frases. De las desgastadas paredes emerge tu nombre pleno de aromas grises. Tu nombre en medio de siluetas obscenas me llama con sus pétalos de loto. No puedo evitar estos pies viscerales mis pasos se hunden con sus raíces doliéndose en la noche. No puedo evitar la soledad neoprénica en esas bocas secas deambulantes bajo la lluvia de barro. No puedo evitar el frío de los húmedos en orina y alcohol. (música de Luis Alonso). ENTRE DROGAS Y ALCOHOL La calle huele a pisadas ebrias se me instala en la memoria y no me deja respirar. Un sorbo de esos delirios termina en las aceras chorreando amnesia colectiva. Los nombres se desvanecen en medio del humo que cubre el acantilado. Si alguna vez navegamos en busca de lucidez nos tropezamos con el más trastornado de los desamparos el más triste de los sueños. No importa el motivo ni la razón hay que salir a besar el aire porque para eso estamos. DE DOS PLAZAS Sobre dos metros de placer edifico una esperanza de parir sin miedo esos quejidos propios de hembra adquirida en la mejor subasta. Qué importa si debajo de las raíces de algún sol en penumbras se esconden los reptiles. Más tarde emergen de las sábanas con tanta fruición de búsqueda que nada los detiene entonces irremediablemente se internan dentro de mi átomo. Mi sombra intermitente dispuesta a empañarse. Para esos lugares guardo estas cenizas que servirán para recostar nuestros erráticos huesos cuando vengas incansablemente como un ezquizofrénico trasnochado a depositarlos de a uno en esta vehemente memoria. MI ARTERIAL ARGUMENTO El reflejo del asombro me parte en dos al darme cuenta de este regreso. Buceo en la palabra que Anguita en su más lúcida visión sabe lo inexorable de este nacer continuamente en el verbo. Este ir y venir de los significados donde el sólo hecho de mirarse el silencio se abre paso para dar cabida al pensamiento desnudo de nuestros cuerpos etéricos fusionados en el idioma de los dioses. Ahí sucumben todas las máscaras que adornan la Verdad. Y me encuentro fuera de mí de esta máquina del tiempo. LA MANO DE NADIE.
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MARCIA FLANDES
La autora.