El Rey maldito, 1a entrega (de varias)
Publicado en Oct 17, 2009
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Aquel loco de rey que tenemos
 
 
- ¿Cómo se atreven a pedir siquiera una disminución de los impuestos? ¿Qué se creen? ¿Qué esto es una especie de democracia participativa? Bastante he cuidado los intereses de nuestro reino como para que osen pedir, qué pedir, si me están exigiendo, a mí, al Rey, que baje los malditos impuestos – vociferó el Rey maldito a su corte en pleno.
- señor, los impuestos han subido un 59% en lo que va del semestre… - osó decirle uno de los consejeros.
- ¿y que esperaba? Hay que mantener al ejército, hay que mantener a la corte, a ustedes, consejeros inútiles, ¿o creen que se el dinero que les pago sale de los árboles?
- señor, mi rey, hay otras formas de proceder con la economía real…
- hostias, puras hostias de mierda: no pienso cejar en mi empeño por mantener al nación libre de invasores. ¿Qué quieren de nuevo que rebaje la cantidad de soldados? ¿O que les paguemos menos y se vayan a otro reino a servir? No puedo hacer leyes para eso, no sean hueónes… ¿Dónde está Ossip cuando le necesito?  Él sí daba consejos útiles…
- lord Ossip dejó el puesto porque usted se lo exigió, mi lord…
- ya sé, ya sé, ¿para qué me contesta huevadas, si ya sé lo que hice… - dijo molesto.- ¡manden llamar a Ossip ahora ya!
 
- ¿Qué quiere qué?
- mi señor le reclama con urgencia, mi lord… - repitió el soldado.
- no, ya oí lo que dijo… además, es hora del té… ¿Cómo quiere que vaya al castillo en horas del té? Este niño…
- mi lord, es con urgencia. – le repitió el soldado.
- ¿usted cree que soy tonto, sargento? Soy un lord, sé que cuando el rey pide algo es una orden directa. No por nada fui cortesano por más años de los que usted lleva vivo…
- si, mi lord, no fue mi intención ofenderle.
         Lord Ossip le dio una altiva y orgullosa mirada a los cuatro soldados.
- ¿Quién de ustedes ha sido granjero? – les preguntó.
- yo, señor… - respondió uno.
- bien, ya era hora que me viniera una mano de ayuda. Necesito que alguien coseche las papas de la tierra de enfrente…
- sí, señor, lo que mande, señor.
- llévate a tu amigo y saquen herramientas de la tienda. Tenemos tiempo aun para que uno de ustedes vaya al castillo y le diga a ese malcriado de rey que tenemos que prepare un tentempié para mi llegada.
- señor, no creo que sea prudente… - le advirtió el sargento.
- conozco al rey desde que se hacía en sus pantalones. Yo sé como va a reaccionar. Mande a este soldado que está desocupado mientras nos da tiempo para una cerveza y para prepararme para mi visita, ¿o no pretenderá que llegue al castillo con esta pinta de granjero? Soy un lord, por el demonio.
- no señor.
- además, usted es sargento, tendrá historias que contarme mientras me visto.
- soldado. – Dijo el sargento señalándolo con la mano.- vaya al castillo y de el mensaje al consejero real.
- no, directo al rey. – le dijo el lord. – si sé que le has dicho media palabra a uno de esos palurdos, me encargaré de que te den latigazos hasta que hables inglés, ¿entendió, soldado?
- si señor…
         Lord Ossip sonrió con gracia. No había como el sabor de tener la autoridad.
 
- ¿un quéeeeeeeeee!? – gritó el rey. - ¿té? ¿Quiere el té? Que caradura el lordcito ese…
- podemos arrestarlo, señor.
- ¿puedes dejar de molestar? No quiero consejos inútiles ahora, ¿Cómo quieres que lo arreste? Lo necesitamos, por el demonio. Por eso lo mando llamar, por consejos inútiles venido de consejeros inútiles que dicen cosas inútiles, como tu, Noche.
- con todo respeto, señor, lord Ossip es peligroso…
- todos los lores lo son, por algo existen y sirven a la corona. Ahora que me acuerdo, Noche… ¿Cómo va tu feudo?
- ¿mi feudo? Bien, mi señor…
- no creas que no sé lo que pasa en el norte, Noche, no soy tan estúpido…
- no sé a lo que se refiere…
- ¡Y una mierda, Noche! ¡Soy el rey! ¡Sé todo lo que pasa en este reino! El hecho de que no esté metido en cada uno de los feudos no quiere decir que esté ausente de mi reino.
- no, señor, no quise decir…
- sé lo que quisiste decir, Noche. Eres un lord muy odiado por tu gente, siembras el terror en tus territorios, acosas a los forajidos como un lobo hambriento, acosas los feudos vecinos con tus soldados disfrazados de bandidos, y ese tributo que cobras a cada recién casado de pasar la primera noche con su mujer, antes de que ella sea tocada siquiera por su legal marido? Eso es muy feo, Noche, muy feo, tienes dinero y potestad para comprar todas las esclavas que quieras, no tienes necesidad de abusar, y quemarle el hogar a un terrateniente por problemas personales, - dijo con un tono sarcástico, sonriendo ampliamente.- hay otras maneras, Noche, de arreglar los problemas personales, ¿Por qué no viniste a mi corte a eso? Pude haber mandado matar al terrateniente y haberte dado sus tierras y sus hijas, por Satán, que estúpido eres, Noche. ¿Crees que no lo sabía? ¡Puedo mandarte matar ahora mismo y nadie diría nada! ¡Es más, el pueblo me amaría si hago eso! Pero sabes qué, no lo haré. No, porque me sirves bien, Noche, me sirves siendo un déspota, en todo reino debe haber uno, y ese eres tu. Me sirve que siembres el terror, el odio, el revanchismo entre tus súbditos, siempre hay uno como tu en todo reino. Me sirves al ser así de déspota como eres, ¿sabes porque?
- no mi señor…
- porque insitas a la sublevación, insitas al odio pasajero, y un día, un día habrá una revuelta, y pedirán tu cabeza, y claro, no se la daré al pueblo, tal vez te quite tu castillo, tal ven en la revuelta hasta mueras, pero me sirves bien. Sigue sembrando el odio, necesito una revuelta, la necesito ya, por eso me sirves, porque cuando suceda eso, aplastaré a todo el que se oponga a un servidor del rey, rodaran cabezas y habrá miedo en el aire, y sabrán que con el rey no se juega, con este rey no hay oportunidad de revueltas… ¿me entiendes, Noche?
- sí mi señor.
- tu destino es mío, Noche, no intentes salir de mis planes. El hecho de que te los diga solo te sirve para que te pongas al tanto de que nada en este reino escapa de mi mirada. Y si crees en esos cuentos, en esos mitos de los hombres del rey que vigilan en su nombre y en secreto a sus vasallos reales, ojalá fueran cierto, porque así sabría más de cada uno de ustedes, más de lo que sé ya. – les dijo a los demás nobles apuntándoles con el dedo. – cada uno de ustedes está pesado y medido, sé cuanto y como moverlos para que hagan lo que quiero, sé de quienes hablan en secreto a mis espaldas, planeando, maquinando en mi contra y en contra de los demás, sé quienes son los realmente leales a mi, así que no se jueguen conmigo. ¡Escribano! – grito a un lado suyo, y un tipo delgado como una vara le miró asustado sosteniendo en su mano una pluma blanca enorme sobre un papel café claro manuscrito en su casi totalidad.
- si, su alteza real. – dijo con una voz temblorosa mirándolo.
- ¿anotó todo?
- si, mi lord, su grandísima excelencia.
- anota esto: lord Ossip,  desde ahora en adelante General de las fuerzas armadas (suena raro pero es mejor que “del ejército del rey”) otra vez, y consejero (nuevamente) de la corte del rey, tendrá como misiones prioritarias:
Uno (al margen, escribano, que es un decreto real) arrestar, dar muerte y apagar cualquier acto manifestatorio en contra de la corona.
Dos, será el todopoderoso del ejército real, debiéndole respeto y obediencia todos los soldados del reino, incluyendo los antiguos generales, comerciantes, etc...
Tres, en virtud de su cargo, se le imputa el derecho del rey en toda tierra perteneciente al reino, siendo representante directo del rey en persona, tanto en el reino como en tierras foráneas. Dando asimismo (¿Cómo se dice?) ah, si…: repartiendo justicia y consejo a los súbditos de la corona.
Cuatro: (no se me ocurre nada mas…) un castillo, sí, un castillo en las tierras que él desee, la vida de 4500 familias, su ganado, y el territorio del grado equivalente a un… ¿marques? No, lo que viene mas arriba de un marques… eso y los caballares, la corte y todo lo que viene con el cargo aquel…
 
- ¡mi señor, no acepto! – dijo lord Ossip apareciendo por uno de los pasillos que daba a las cocinas de castillo.
         El rey se paró alegremente abriendo los brazos para recibirle.
- lord Ossip. Mi maestro de esgrima, historia y tanta cosa más. – le dijo. - ¿Cómo me dice eso a mí, su rey?
- su alteza. – le respondió este haciendo una venia frente al trono. – es un honor estar acá nuevamente, pero no puedo aceptar todo eso.
- cuando sepas de lo que se trata, aceptaras gustoso, ¿vamos por el té?
         Lord Ossip se levantó mirando al rey con curiosidad.
 
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Foto del autor Darth Klauss Demon
Textos Publicados: 217
Miembro desde: Jul 05, 2009
4 Comentarios 316 Lecturas Favorito 0 veces
Descripción

Primera entraga de una satira politio-social-historica e histerica de un reino existente o no...

Palabras Clave: rey reino dictador maldito maniatico.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Fantasa


Creditos: Klauss Demon

Derechos de Autor: 2009 Klauss Demon "prohibida su reproduccin


Comentarios (4)add comment
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Darth Klauss Demon

se viene la 2a parte - solo diox sabe cuando eso si-
ajkajaja!!
Responder
October 20, 2009
 

Darth Klauss Demon

sali bien en la foto!!
Responder
October 18, 2009
 

Darth Klauss Demon

Legalmente me he separado de esta historia de la que solo escribi 16 capitulos cada cual mas raro que el otro...

En una de esas sigo y termino, pero se agradecen comentarios e insultos

Gracias Añete por tu comentario.!!
Responder
October 18, 2009
 

Aete

buenísimo, me ha encantado esta primera entrega, y no he podido despegar la vista de la pantalla hasta que he terminado de leerlo.
un saludo
Responder
October 17, 2009
 

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