Septiembre 23 de 2024
 
Un melodioso y alardeante trino de pájaros anunciaban la entrada de una flamante primavera ,
la que ya se vivía el preludio de su presencia en los últimos tramos del invierno al observar
gustosamente los primeros azahares en flor que parecían diminutas estrellitas blanca bajadas
del cielo posando entre las verdes hojas de los naranjos , limoneros , jazmines sin olvidar que
su entrada despierta alergias en muchas personas por las flores, pero de que alegra su llegada
¡claro que alegra más aún , a los más románticos/as como yo !.  
Ya está la primavera instalada en nuestros días , los que serán de puros colores y aromas
despertándonos en cada amanecer y adornando nuestro caminar con esas florecillas amarilla 
erguidas en su frágil tallo  mostrándose siempre a la vera del camino y en jardines de cada
hogar.
Los días habrán de ser de colores variados , algunos brillantes que fomentarán la alegría, las
risas los encuentros , los festejos. Otros colores serán como un telón oscuro que opacan
nuestras miradas evitándonos conocer otros colores de la vida y comprobar así que después de
una fuerte  tormenta el sol brilla y nos calma, nos da paz  y una extraña sensación que Alguien
desde arriba nos cuida a pesar de que nos hace pasar por difíciles pruebas y en esos feos
momentos creemos que todo se termina, que la vida arraza con lo que logramos. 
Otros momentos en los que nos enteramos que alguien muy querido/a sea familia o entorno de
amistades está pasando por un mal momento con su salud y en esos momentos  nos parece
que el mundo se nos cae encima ,¡pero no! porque muy adentro cercano al corazón  hay un
color vestido de verde llamado esperanza  y por alguna razón percibimos la fe, que no se la ve
pero está siempre y depende de nuestra voluntad para aferrarnos a ella porque es la que hace
florecer la alegría, la sonrisa , el deseo de seguir transitando por los caminos de la vida porque
mientras haya un latido del corazón podremos seguir siendo activos integrantes en nuestras
historias de cada día.
Ser resiliente nos coloca en el más alto pedestal del podio de la vida , adaptándonos con
alegría, perseverancia  a situaciones adversas logrando los objetivos propuestos con una visión
distinta ante los traumas , dificultades , desalientos y actitudes negativas. Pero entre una
tormenta  de aflicción , desesperación que nos afecta al cien por ciento (y no es para menos)
siempre pero, siempre encontramos a nuestro lado a personas que nos reinicia y luego
seguimos avanzando.
"Cada  casa es un mundo "  decía mi padre y que a todos nos pasan cosas  angustiantes ,
alegres ,divertidas ; pasan cosas que duelen, que dan preocupaciones, aflicciones que en
todo hogar hay pesadas cargas que llevar pero que cuando el equipaje que se carga es el
AMOR  la carga no pesa y el camino no cansa porque la felicidad se puede encontrar en los
momentos más oscuros pero si somos capaces  verdaderamente de usar bien la luz , ¿cómo? :
Aprendiendo de quien nos quiere ; liberando a quien nos odia ; cuidando a quien nos admira
porque UNA GOTA DE AMOR puede calmar a un mar de amargura y si miramos al cielo veremos
que en cada estrella hay un :" Te quiero ".
                                               Raquel C. Zurita