Pálida
Publicado en Sep 25, 2024
Pálida, azorada
turbada entre tus prendas insinuantes. Conturbada en tu cuerpo de almácigos. Sosteniendo los muros de tu vida entre tanta melancolía que traspone el aire, dudosa en las entradas de tu pétalo. Como las escaleras desciendes en larga luna. Te veo como vestal cansada o defenestrado oráculo: Sin fuerza pretoriana, como marchando a exilios la tristeza te ata con trenzadas cadenas y fuese tu optimismo como aurora de tarde.... No creas todo lo que recitan los inquietantes gnomos, no trepes a la peña que da sus vientos negros ni vayas por los dédalos de falsos laberintos.... Ven aquí, ser de alientos que de la flora crece, deja nacer ahora tus glorias y castillos. Que tintinéen todas las orlas de tu cuerpo, para crear al oro si no estás menguante. Libera ya tu mente de la angustia del cardo y del dolor histérico del que corta apamates. La tierra ya nos muestra sus caminos de vida y pide, degustemos sus copas con largura.
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