Atrapados durante todo el tiempo que duremos siendo lo que somos
En lo dulce y suave de nuestro cálido y colorido sueño eterno,
 En la confusión hostil y la repugnancia de nuestra tétrica pesadilla infinita,
Nunca podremos sino atravesar los caminos de aquellas dimensiones que habitamos.
 
El bien y el mal son siempre apreciaciones externas 
Valoraciones de observador, siempre ajeno a lo que  observa
Juicios calificativos de la moral, constantemente en toda situación su razón de existir encuentra
Y dentro del espacio lógico su lugar.
 
La continuación inevitable de la secuencia
El recipiente que, aún estando excesivamente repleto de esencia líquida de esperanza, no se resquebraja,
Lo indeleble/invencible de la ilusión que es la existencia humanimal está cimentada en su capacidad de no dejar extinguir la expectativa
Absurdo gana, victoria perfecta, y si le preguntas a cualquiera te contestará:¨¡CLARO QUE VALE LA PENA!¨.
 
Ruegas para que, en la noche te piquen los mosquitos en las manos,
Para tener el placer de interrumpir sueños peligrosos,
Y por el mero placer de cortarte con la pared simplemente rascándote la comezón ocasionada por la picadura...