En Charcas, ya vencido por el sueño, 
en cada noche al terminar el día,
imagino emprender mi travesía, 
sintiéndome de mi destino dueño.
 
Es que no sé si estoy despierto o sueño, 
camino todo un día y otro día
y hasta vuelo por la láctea vía...
Cuando con el peyote me embeleño, 
 
así me atrevo a cruzar el desierto,
como única obsesión de mi vida...
Y me duermo creyendo estar despierto
 
y despierto con mi alma dormida, 
dudando...   ...No sé si estoy vivo o muerto,
pero sigo mi andar por esta vida. 
 
 
Charcas de Aldape, S. L. P. 
Noviembre de 1978.