La primera vez que te vi fue a través de mis sueños… Fue el sueño más bello y encantador que he tenido en toda mi vida.
No recuerdo todo a detalle, solo recuerdo haberte visto acostada, en mi cama, tan indefensa y con una sonrisa deliciosa. Tu ropita color lila, con tu pequeña diadema morada y tú mostrándome tu sonrisa y tu gran emoción al verme como si supieras quién soy.
Tenía un miedo inmenso (a pesar que era un sueño) a cómo sería estar tú y yo solas y juntas contra el mundo, fue tan impactante, tan irreal, pero de todas formas me hacía demasiado feliz la idea de tenerte conmigo y en mis brazos, de saber que seré yo quien siempre te protegerá y cuidará.
De pronto tu tía me preguntó: “¿Y cómo la llamarás?”, con una seguridad y sonrisa en el rostro el mejor nombre para describir al pedacito de cielo que tenía entre mis brazos fue Thania…
Inmediatamente después de mencionar tu nombre desperté de golpe, asustada, y emocionada, no sabía realmente cómo sentirme… Me quedé pensando todo el día en tu rostro tan hermoso, en tus manos tan diminutas, en tus piecitos que enamoran, y no podía dejar de sonreír… Fue imaginarte de la manera más bella posible con la esperanza de tenerte entre mis brazos algún día.
Desde aquella noche que te soñé te deseé con toda mi alma, y esperando pacientemente a que llegue el momento en el que estés dentro de mí y para luego tenerte entre mis brazos, te seguiré cuidando en mis sueños, mi pequeña, mi amor hermoso… Thania.