Agarró la silla y la acomodó para tomar asiento, las luces eran tenues y fuertes, a ratos le encandilaba la mirada, la mirada asustada que traía, como sí quisiera salir corriendo de allí y escabullirse en algún baño, encerrarse y tomar asiento en el wc en cunclillas.
Al lado suyo habían dos chicas más, una era profesora con un amplio currículum  , había realizado clases en el colegio Seminario San Rafael de Valparaíso, la otra chica  , había escrito varios libros , los cuales colocó sobre la mesa, ambas eran del mundo literato y se manejaban en el al revés y al derecho.
 La última chica se sentía ajena allí,  sentía que no pertenecía a ese mundo, había estudiado algo corto, algo completamente ajeno , pero en las letras estaba encontrando un lugar, cuando sabemos que es difícil encontrarnxs y sentirnos un poco realizadxs.
Comenzó a leer lo que había escrito, leyó unos 10 textos , todxs en silencio la escucharon ,después leyeron las otras dos chicas y todas sacaron aplausos del pequeño y reducido grupo de gente que se encontraba en el lugar, pero que con gusto las escuchó.
 Terminó la lectura y cuando todo se acabó , salió del lugar, tomo un respiro largo ,pero ya no era un respiro que la estaba aquejando, era una sensación de que quizás sí había encontrado un lugar al cuál pertenecer.
 Ya no estaba en sus planes salir corriendo y huir, y en el caso de que saliera corriendo era con los planes de pronto agarrar un cuaderno para volver a escribir.