Ayer conviví sin haber tomado consciencia, 
por haber nacido en el seno de una familia
íntegra, jovial, con la guía de tu presencia
emulando en verdad a la SagradaFamilia.
 
Ayer tu bondad y cariño me eran natural.
Vivir con amor, contar siempre con tus afectos,
consistiendo disimular mi hablar gutural, 
me dieron una infancia de olvido a mis defectos.
 
Abatido, con serenidad tu muerte enfrento;
por tu amor superé el haber sido asustadizo
y por ti nadie notó mi aprendizaje lento.
 
Por tus cuidados sobreviví, yo el enfermizo 
y hasta descubriste para mí algún talento,
comprendiendo así, que como tu nadie me quiso.
 
 
Charcas de Aldape, S. L. P.
Mayo de 2005.