Quieren sinceridad pero no quieren escucharla, grave misiva hacia sus egos. Sus entrañas se retuercen de mil maneras distintas, tramando que si en ese mismo instante pudiesen, acabar con tu persona de mil maneras distintas.
Apoderados de la verdad, hooligans con banderas comburentes que se destruyen y emergen en verdaderos monstruos, con tan solo dos palabras.
No quieres que te lo diga, no quieres ver mi boca pronunciarlo, no me lo pidas.
Jamás nació una rosa de una verdad, pues la verdad y la honestidad es como osmio en una balanza


Baliza que tu repelente #inteligencia emocional# no podría divisar en leguas