SIETE RAZONES.
Publicado en Nov 20, 2024
Ayer en mis juventudes
soñé como compañerasiempre para mis vicisitudes una mujer que tuviera un dechado de virtudes. Aunque parezca quimera le busqué en las lititudes de la tierra toda entera. Desconociendo algún nombre, dicen los que dicen saber que detrás de cada hombre siempre estará una gran mujer. Ricardo, quien lo dijera, que todo he querido saber, daría mi vida entera por una auténtica mujer... Se sucedieron los días, los días acumularon los meses; mis fantasías de una mujer me canaron al punto creí no habría para mí mujer alguna; entonces quien lo diría parece andaba en la luna. No necesité ir tan lejos, pero eso sí, algunos años, cuando entendí los consejos que escuchaba durante años... El día menos pensado cuando estab trabajando cuanto había imaginado a mí llegó caminando... Me entusiasmó su silueta, igual sus cabellos lacios cuyo nombre era Julieta apellidada Palacios. Desde entonces yo me veo como todo enamordo, el más dichoso Romeo como había imaginado. Hoy que ya estamos casados sigo estando enamorado y al dormirnos abrazados estos versos he pensado que nuestros tres hijos se enteren de las razones sin descifrar acertijos de nuestros dos corazones. para que nuestros tres hijos se enteren de las razones sin descifrar acertijos de nuestros dos corazones. Julieta: mi primer razón tu corazón de gran mujer que dá fuerza a mi corazón y claridad a mi entender. Segunda razón julieta es tu consciencia del saber mostrarse bien, sin careta cautivándome por mujer. Por mostrarnos sin disfraces dispuestos a reconocer; sabiénonos capaces para ser marido y mujer. La razón cuarta es Julieta, tu aptitud queriendo entender, tu inteligente faceta y tu sobrio amor de mujer. Es la quinta razón mía la mejor para mi entender, nuestra mutua simpatía al ser tu hombre y tú mi mujer. Mi razón sexta sin dudas es tu querer desvanecer constantemente mis dudas demostrando ser mi mujer. Como séptima razón, reconozco que es el placer de nuestra intensa pasión en esa entrega: Hombre y mujer... siete razones son pocas para éste mi inmenso placer que del diario me provocas de noche como mi mujer. Éstas mis siete razones pudiern ser setecientas y más, hasta por millones mientras tu a mi me consientas... Por ser Julieta tu nombre, de cabellos lacios mujer. Yo Ricardo, tu único hombre porque eres mi única mujer. Mi actitud de impertinencia a veces sin saber que hacer me arrastra de la inconsciencia a la consciencia de saber que solo con tu presencia eres capaz en mí hacer recuperar la paciencia por saberte así, mi mujer. En mi vivir cotidiano aostumbrado a reveses que me hacen sentir anciano he olvidado cuantas veces me has brindado con abrazos el consuelo a mi padecer, tornando en todos los casos la penumbre en amanecer de un esperanzador día, logrando rejuvenecer mi espíritu en tu alegría, sintiéndote mi mujer... te digo lo que he pensado con mi actitud más sincera Julieta siempre te he dado mi vida, ¡mi vida entera! Charcas de Aldape, S. L. P. Febrero de 2003.
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