El recuerdo
Publicado en Oct 19, 2009
Los ojos están cerrados, y nada existe. De repente se abren y aparecen. Me materializo, al igual que el resto de las personas y edificios que se encuentran delante de ellos.
Los ojos empiezan a hablar conmigo, yo contesto aparentemente lo que me pregunta, mis palabras y mis movimientos siguen un guión, un guión respetando un destino incomprensible para mí. Me siento obligado a contestar con palabras que no salen de mi mente. -¿Qué tal, Pedro?-. Le digo a los ojos que están en la oscuridad, sin saber porque he hablado. -Hola Juan, venia a preguntarte si vendrás después a la fiesta de Andrés-. Me contestan los ojos provenientes de la oscuridad. Donde me encuentro no existe nada, salvo lo que abarca el campo de visión de los ojos flotantes. Si los ojos giran a la izquierda, se materializan edificios nuevos que van apareciendo por la izquierda, al tiempo que desaparecen los de la derecha que salen del campo de visión. Si giran a la derecha, ocurre lo mismo pero a la inversa. Si los ojos miran hacia abajo aparece suelo nuevo y el cuerpo que debe sostener a los ojos, pero solo hasta la altura del pecho. Yo levanto el brazo en contra de mi voluntad y lo paso por detrás de los ojos, en lo que se supone que debería estar la espalda de su cuerpo. Mi brazo desaparece al salir de su campo de visión. Yo estoy aterrado, aunque mi cara ofrece una agradable sonrisa, no articulada por mí. -Si, claro que iré, Pedro. A las nueve nos vemos allí-. Digo lleno de pánico mientras muevo lo que me queda de brazo como si estuviese dando palmaditas en su supuesta espalda con un supuesto brazo completo. -¡Muy bien!, entonces allí nos vemos, ¡hasta luego!-. Dice la voz de los ojos que se giran, y mi miedo es may… -si no recuerdo mal, a las nueve me dijo que vendría-.le dijo Pedro a Andrés-¡creo recordar!-.
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Aete
gabriel falconi
osea .....te envidio...jajaj
excelente!!