Un rey vino a ocupar mi trono.
Grito, enojo, y mucho llanto.
¿Po que mamá?? Yo no quiero.
¡No seas mala! ¡Si es un santo!
¡Llora, no deja dormir!
¡Esta ensuciando mi saco!
Perdió corona la reina…
Ahora  quien manda es el rey.
 
Fa dice que es un mono.
Para mí un orangután.
Vive haciendo monerías,
No lo dejan de abrazar,
De besarlo, de mimarlo,
Fabi, Papá y Mamá.
 
Día a día me resigno,
y me empiezo a encariñar.
Baila, canta, se disfraza.
Rejuveneció a mamá!
Parece llena de vida,
no podía imaginar,
la ironía del destino,
no la deja disfrutar.
Bebe de la menopausia,
Crece pronto,
yo no me quiero marchar.
 
Camas frías de hospitales.
¿Y? ¿Cuándo viene mamá?
Mentimos, inventamos fechas,
comenzas a sospechar.
Pasa el tiempo, camas frías.
Ya no queres preguntar...
 
Navidad en hospitales,
grandes fiestas, ya no hay.
Pero recuerda, las hubo,
ricas tortas de mamá.
 
Y un domingo al mediodía,
nos paralizo el dolor.
¡Partió tan llena de amor!
Conociste el desamparo.
Llora el rey, y no hay consuelo…
 
Por las noches te visita,
Te acomoda la almohadita,
Y te plancha el uniforme.
Te abraza con sus alitas,
Te dice: ¡ríe mi rey!
Tu diploma la emociona,
Guía tus pasos de hombre.
Durante el día se esconde,
En el palacio del rey.
No sufras, te está mirando,
Aunque no la puedas ver.
 
Ya no peleamos coronas,
ni tronos, ya no hay motivo,
al Ángel, lo compartimos.
Mujer sabía, fue mamá.
Al castillo trajo un rey,
que nos alegra la vida.
Mati, ganaste el trono,
y también mi corazón.
Sos mi rey, y yo tu reina,
y ese ángel, ¡nuestro gran amor!