Ya he dejado de sufrir,
de llorar y lamentar,
por el amor
abandonado en el pasado.
Ya he dejado de sufrir,
por la ausencia de tus besos,
por la falta de tu pecho,
por las manos que dejaron de acariciarme,
por los ojos que me mostraban el camino,
por los besos que fueron solo míos.
 
Ya he dejado de sufrir,
de llorar y lamentar,
por el tesoro que me robaron,
por los ojos que se cerraron,
por los labios que no suspiran,
por tu mirada que fue mía.
 
Ya he dejado de sufrir,
de llorar y lamentar;
ya he dejado de sentirme lejos,
ya he dejado de soñarme sin ti,
ya he dejado todo el sufrimiento,
y como el agua, limpias mi vida,
y me has dado nueva vida,
y me has entregado nueva esperanza.
Si, ya he dejado de sufrir;
eres un milagro, y hoy
llenas nuevamente mi vida,
acaricias mi corazón,
te transformas en mi bendición.
 
Ya he dejado de sufrir,
y mi llanto de felicidad
brota cada vez que te acercas a mí,
brota cada vez que piensas en mí,
y ahora, ya he dejado de sufrir;
ya eres amor impoluto,
ya eres amor vivo,
ya eres paz en mi vida,
ya eres  un milagro
que conquistó mi corazón.
Ya he dejado de sufrir,
y con alegría lo celebro,
con gozo te observo,
con pasión te deseo,
con amor te corono;
ahora, ya estas aquí,
ahora, ya podemos vivir.