Hogar dul...amargo Hogar
Publicado en Oct 28, 2009
Jessica estaba enojada consigo misma, era una situación que siempre había odiado, cuándo iba a entender de una vez por todas que por más tratará de unir a su familia y hacer amena la convivencia entre ellos era un caso perdido. Los padres de Jessica llevaban una relación agriada y no dudaron en volcar toda su amargura y desdicha hacia su hermana, y más aún en ella por ser la mayor, aun no recuerda exactamente cuando se desato la guerra entre su padre y ella, lo que sabe a ciencia cierta es que cada vez que sentía la presencia de su padre le venía una ola de terror que corría por todo su cuerpo, estremeciéndose cada vez que se topaba con él, era algo que odiaba con toda su alma y por esa razón había aprendido a manejarlo, sólo una cierta parte de su cuerpo reaccionaba cuando lo veía, nunca pudo dominar los pelitos de la nuca, estos se erizaban y le avisaban que él estaba cerca. Tristemente salió de su casa, deseando tener sólo un día de paz en su propio hogar. Se dirigió a la Universidad y como siempre sentía que todas sus preocupaciones se quedaban en su amargado hogar, al salir siempre sentía una satisfacción formidable, respiraba hasta llenar completamente sus pulmones como si fuera la última vez que sentiría el aire fresco y cálido que traspasaba como una corriente eléctrica. Anhelaba sentir el dulce aroma de libertad condicional, ya que de algún modo siempre volvía a su infierno, su propia cárcel que adquiría como muchos llamaban hogar, sólo anhelaba tener un día de tranquilidad.
Sin percatarse aún ya se encontraba en su sala y sólo reacciono cuando vio a su mejor amiga. Jessica amaba conversar cosas locas y sin sentido con ella, debatían todo tipo de tema, defendiendo al máximo su punto de vista, aunque al final ninguna salía ganando. Las dos estaban con créditos, becas y trabajaban por las tardes, era muy sacrificado pero tenían que hacerlo, ya que ninguna contaba con la ayuda de sus queridos padres. Cuando termino el día, deseo que sus padres no estuvieran en la casa, pero para su desgracia no fue así, subió inmediatamente las escaleras y cuando estaba por llegar sintió un escalofrió en la nuca y antes de darse cuenta en lo que iba a suceder, su padre la agarra del pelo y la tira por las escaleras, cayendo y dándose unos cuantos golpes en la cabeza. Jessica como pudo se levanto y se puso en posición de ataque, ese movimiento enfureció aun más a su padre que estaba totalmente ebrio. Ese día discutieron como nunca, su padre tirándole cualquier cosa que encontrará a su alcance y gritándole cosas hirientes e inclusive humillantes, hastiada de la situación les dijo que se iba de la casa, su padre dándole la espalda, sólo movió la mano hacia la puerta y se dirigió al sillón junto con su esposa, que estaba inmóvil consumida en su propio mundo, ese día Jessica maldijo el día que nació del vientre de su madre. Se dirigió a su cuarto, tomo su maleta y empezó a vaciar toda su ropa del closet adentro de esta, abrió el cajón donde guardaba toda su plata, que había ahorrado para pagar su tesis, se sentó en la cama a reflexionar unos segundos, y lo que más lamentaba era dejar a su hermana menor de 16 años, ella era la única razón que la mantenía ahí, sabía perfectamente que si ella dejaba la casa, iban a descargar toda su ira hacia ella y eso era lo que menos deseaba, pero ya no aguantaba más, saco una hoja de un cuaderno y le dejo una nota debajo de su almohada. Mi niña, tu sabes que nunca te dejaría, estaré al tanto de ti. T.QM. nunca lo olvides, y ten presente que sólo faltan 2 años para que seas mayor de edad y hay puedes tomar la decisión de venirte conmigo si así lo deseas. Estamos hablando, siento mucho irme sin despedirme. Con amor Jess. 3 años después La cólera la envolvió completamente, luchaba por evitar que su temperamento explotara hacia su madre que la miraba con el ceño fruncido. Jessica trataba de ordenar sus pensamientos, todo le era confuso, cuando su hermana la llamo para comunicarle que su padre tuvo un accidente automovilístico, ella corrió enseguida al hospital, esperando que no fuera tan grave, se preguntaba una y otra vez por que se preocupaba tanto por él, siendo que él nunca se preocupo por ella, ni siquiera por que ella se había ido de la casa. Mientras Jessica estaba metida en sus reflexiones, su amiga le toco el hombro haciendo que Jessica diera un respingo, su amiga vio la preocupación en sus ojos, estaban nublados y oscuros por el llanto reprimido, sin decir ni una palabra la abrazo. Jessica sintió como todo se le venia encima ya no podía aguantar más, se inundo en su pecho y dejo salir por vez primera unas lágrimas, esas que por más de 3 años había mantenido ocultas, desde que su padre renegó la existencia de ella, ahora brotaban por la misma persona que provoco que su corazón fuera como una roca inamovible, sin querer admitirlo aun, se sentía extrañamente bien, sintió como todas esas preocupaciones, dolor, angustia, resentimiento disminuían. Su amiga la sostenía en sus amables y tiernos brazos, y cada vez sus caricias eran más intensas, y Jessica se aferraba aun más en ella, lo que amaba de su amiga era que no tenía que explicarle lo que le pasaba en ese entonces, siempre le fascino tener una compañera que de tan sólo verla, sabia perfectamente lo que le sucedía y que las palabras estaban demás. Jessica sabía que antes de incorporarse tenía que controlarse de nuevo, y todo sería como antes. El médico salió y se dirigió hacia su madre y Jessica tuvo que arreglárselas para ocultar esas lágrimas y cuando su vista fue dirigida hacia el médico tuvo el presentimiento de que algo no había resultado bien en la operación. Jessica odiaba los hospitales, cada vez que entraba a uno se sentía sofocada, mareada y en todos lados veía siempre los mismos colores típicos de un hospital que le daba un aspecto macabro y el olor que se respiraba para ella era inmensamente insoportable. El médico de cabecera les informo que lamentablemente en la operación hubieron complicaciones y que el corazón de su padre no aguanto más, el médico termino con las palabras típicas - Lo siento mucho, hicimos todo lo que estuvo en nuestro alcance -. Jessica sintió como su cuerpo se caía en pedazos, era como que cada frase que el médico les decía era un arma letal que la mataba y la consumía viva. Recordó el último día que lo vio y al instante reacciono en negativa, maldiciendo a su padre, que como un padre podía renegar a su propia hija, "el peor pecado que puede cometer un padre", se dirigió al doctor y le dijo histéricamente - ¡que clase de padre hace eso! el médico la observo atónito por la reacción de Jessica se quedo inmóvil por unos segundos observándola e instantáneamente se dirigió a ella, bueno antes de operarlo me pidió que le dijera a su hija mayor que lo perdonara, creo que esa eres tu. Jessica se derrumbo, ya no sentía sus piernas y cayo al suelo junto con su amiga que sólo le daba unas palmaditas leves en su hombro izquierdo, la mente de Jessica escuchaban las ultimas palabras del doctor, y no dudo ni un segundo en perdonarlo, al final de cuenta el era su padre, fuera como fuera. Su amiga la condujo hasta el sillón y se quedaron hay sin decir ni una palabra por varias horas. 8 meses después Jessica había realizado una cena por su cumpleaños 26 y sobre todo para festejar que era oficialmente una profesional. Ahora su vida había cambiado radicalmente, su amiga vivía con ella junto con su hermana que estaba decidiendo que estudiar, no sabia si tomar ingeniería en informática o contador auditor y su madre ahora vivía con un tipo "Ángelo" que supuestamente la hacia feliz. Jessica observó su pequeño departamento que era muy acogedor y estaba maravillada que las dos vivieran con ella después del accidente de su padre. Su amiga se sentó en la mesa junto con su hermana, Jessica observo desde la cocina el agradable ambiente que se respiraba, y las contemplo mientras ellas estaban riéndose de los vecinos que teníamos, dos abuelitos tiernos y llenos de amor. Jessica se inundo en alegría en apreciar ese instante de tranquilidad y fotografió mentalmente esa imagen por el resto de su vida, se acerco lentamente disfrutando del momento y se les unió, comieron, festejaron, brindaron y se rieron hasta más no poder y después de cenar vieron unas cuantas películas de terror. Jessica miro a su hermana que yacía plácidamente en la cabecera del sillón con los pies encima de su amiga, que también dormía profundamente. Y así fue cuando Jessica pensó que realmente había tenido una agradable cena y una amena conversación en su hogar amarg... dulce hogar. Que lindas y confortable eran esas 3 diminutas y sencillas palabras, pero para Jessica significaban mucho más que eso, significaban la mismísima tranquilidad, alegría y amor que se reflejaba por donde se le mirará, ahora deseaba que todo el mundo supiera lo feliz que era. Conmovida por la linda tarde que pasó en su dulce hogar se quedo profundamente dormida con una leve sonrisa en sus labios pensando que este sería sólo el comienzo de muchos más...
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|