LA PELADA DE LA CAADA
Publicado en Oct 28, 2009
LA PELADA DE LA CAÑADA
(PINCELADAS) ................... Entonces éramos todos parte del Calicanto, con la misma Pelada de la Cañada arrullando su canto melancólico, cuando apoyada sobre la blanca pirca de piedras sostenía su dolor incomprensible, para nosotros... en aquel tiempo tan alegres. Entonces éramos todos parte de una ciudad cordobesa, bohemia e ilustrada, entre los fantômas jesuíticos del Monserrat nocturno, ruidosos y poco juiciosos. Entre los fantômas silentes, en esos estáticos asientos de sus palcos, de nuestro teatro Rivera Indarte. Éramos nosotros los nocturnales dueños de esta pirca mágica y antigua, sencilla y seductora, en el invierno gélido de sus amaneceres. Las heladas escarchaban las sierras circundantes y el vaho neblinoso del pozo cordobés, confundía su blanquísimo esmalte con las piedras blancas del borde en el nuevo Calicanto, nostálgico de su pirca rústica con simple cantos rodados. Allí donde la Pelada de la Cañada de espalda juvenil y con rostro de calavera, asustaba antaño a las viejas iglesieras que iban a misa de 6 hs... Y a las niñas mozas que iban camino a la escuela. Como nuestro mayor poeta folklórico cordobés -el Chango Rodríguez- nos dijera : "Soy piedra del Calicanto agüita de la Cañada a mí me asustó el fantasma de la famosa Pelada" Queríamos encontrarla lloriscosa como mito imponderable y fantasmal, pero siempre habría de esconderse de nosotros. Éramos alegres y ella triste. Nunca quiso compartir sus penas desconocidas con nosotros, ni mostrarnos su paso juvenil y zigzagueante, cuando de espaldas aparecía, para luego aterrar con su rostro de huesos al volverse... ¡Y así agradecer la compasión de aquel personaje desprevenido que intentase darle un consuelo! ...................................... ¿Dónde estás Pelada? ¿Qué rumbo nuevo tomó tu pintoresca figura? ¿A qué paisaje desconocido fuiste a decorar sus entornos? ...Aún hoy pervives entre nosotros. ...................................... En esas noches bohemias de tantas, las verdes "tipas" con su ostentoso ramaje caían melancólicas, rozando las turbias aguas de la creciente última. El borde de blancas piedras parecía delinearse bajo una luna helada, donde lo corriente o lo insólito estaban a nuestro alcance. Porque era nuestra esa vitalidad que no obedecía a imposiciones ni necesitaba de tutores. Tomábamos la amistad que emanaba de cada uno, sin revisar sus bolsillos ni exigirle líneas genealógicas. Más allá del serpenteo blanco de nuestra Cañada, incompresibles héroes incendiaban las calles y añicaban las vidrieras, al parecer -según ellos decían- para ofrendarnos una vida feliz ...¡pues no conocían la nuestra, de soñadores noctámbulos!. La subversión colocaba bombas en el centro cordobés y la represión caía en pos de ella con igual violencia. Mientras nosotros seguíamos con nuestras pláticas lejos de ambos contendientes, sentados junto a las frondosas "tipas" sobre el borde blanco de la Cañada (ella nostalgiosa de su antiguo Calicanto con piedra bola, más rústico y más romántico). Las bombas terroristas llenaban la noche entre fuertes llamaradas y la represión corría en pos de ella, en su busca, sin fijarse en nosotros. La ciudad, en medio del caos, sobrevivía en nosotros. ¡Córdoba la Docta, éramos sólo nosotros... los bohemios! ................................... Alejandra Correas Vázquez ................................... Pelada de la Cañada : fantasma mítico Tiene dos versiones Una cabeza redonda, y blanca, rapada Otra segunda versión con cabeza de calavera
Página 1 / 1
|
gabriel falconi
muy rico el lenguaje que usas
mis estrellas
Alejandra Correas Vzquez
he demorado en contestar porque no
hallaba el sitio de los comentarios
saludos alejandra