He ido buscando la herrúmbre
entre guaridas de pasados pestilentes.
He logrado encontrar lo oxidado
de lo que fue mi linaje y orígen.
He quitado las lápidas del tiempo
y metido mi mano en las otredades.
Fuí anterior de mi mismo.
Detrás de mis pasos yo mismo anduve
por exiguos y vácuos corredores.
Salté atras los vértices de los años
y mis dedos traspasaron a lo ingente.
Seguí, uno a uno, mis nudos lacerantes
hasta llegar a la verdad de mi concepto.
Nací de un iletrado en el exilio
y de una mujer que fríamente lo desamaba.
Ambos vivían de chismes y chantajes
y eran mujer y hombre corroídos.
Dos ácidos que cometieron estupro
fueron los que crearon mi raiz de sombra.