"Cazador" de Carlos Acebei

El pato rasga el cielo del atardecer y el disparo lo toma desprevenido.Cae a plomo entre matorrales y un perro busca, victorioso, el rastro del animal herido.¡Que extraña sensacion invade al cazador aficionado!Repasa mentalmente la receta con que su victima honrara el plato y la saliva que se le acumula en la boca, previendo la ceremonia de la coccion, y el vapor de la salsa roja en que se cocera el ave, cual infierno postrero, culinario.
¡Que extraña sensacion invade al cazador aficionado! El perro deposita su presa a los pies del amo y espera ansioso el palmoteo en su cruz, señal de satisfaccion y de que su deber esta cumplido.
Cazador, perro y presa se encaminan a la casita del bosque y una vieja melodia surge del galpon de la memoria para quebrar el aire quieto con un silbido añoso, que habla de otras presas, de otros cielos, otras tierras, otros tiempos.¡Que extraña sensacion invade al cazador aficionado! Se vislumbra encendiendo el fuego, todo limpio y ordenado, como aprendio, como le enseñaron, siente la cuchara de madera en su mano y el revolver incesante de esa salsa roja, espesa, y el humo que todo, todo lo inunda, y no se quiere salir de la ropa ese olor, que le recuerda, como un torbellino que arriba, rapido, a su mente, otras tierras, otro idioma, otros idiomas, el mismo idioma en que escucha su anterior nombre ya olvidado, y el cazador aficionado tiene esa extraña sensacion de ser el pato que rasga el cielo del atardecer hacia algun lugar que no hay ni habra mas...El disparo lo toma desprevenido.