LA BAJADA DEL NEGRITO MUERTO
Publicado en Nov 19, 2009
LA BAJADA DEL NEGRITO MUERTO .................................................. 1-- EL ESCENARIO Bajando desde la Estación de Alta Córdoba en dirección al centro de la ciudad, había que cruzar hace ya mucho tiempo (hasta los años de la década de 1940) una extensa zona barrancosa que constituía en medio del declive proporcionado por el Río Suquía, un escenario sorprendente por su belleza escarpada y la vista panorámica de la ciudad ornamentada con el cordón serrano. Esta especie de "balcón" natural estaba aureolado por leyendas folklóricas, con su manto romántico y conflictivo de tragedias "orilleras", adonde ningún miembro de esta ciudad universitaria atreveríase a pasar durante las horas sombrías de la noche ... era : "La Bajada del Negrito Muerto". La sociedad cordobesa la aisló, y en la primera mitad del siglo XX tomábala como referencia de todo lo insólito e increíble, en cuanto a su conducta ciudadana. Para un citadino "tipo" la civilización como tal, no tenía lugar dentro de ella. Y la policía local tradicionalmente dura, hizo de cuenta que la Bajada no pertenecía al mapa de Córdoba. 2 --- EL NIÑO El origen de su nombre tuvo distintas explicaciones y formó parte de la leyenda cordobesa, en la mitad primera del siglo. Para algunos, tratóse de una criatura perdida mientras jugaba en el escenario barrancal (cuyas alternativas de diversión eran infinitas) y quien no pudo hallar una vez caído el manto nocturno, su camino de regreso al hogar. La helada de aquel invierno, sumada a la contingencia del río escarchado (cuando el Río Suquía era aún un aluvión poderoso) determinaron su deceso. Fue enterrado en el mismo lugar de su hallazgo -sin nombre- y la cruz colocada por manos piadosas sobre aquel montículo de greda, convertiríase con los años en un santuario colectivo, de estructura primitiva, que el avance ciudadano terminó por eliminar. 3 - EL MULATILLO Otra versión relata el origen de este nombre como correspondiente al período innovador donde las familias argentinas debían adaptarse al decreto de "Libertad de Vientre" de 1813. Todo negro o negra, mulata o mulato, pardo o parda, que naciese a partir de esa fecha era legalmente libre. Uno de estos nuevos "ciudadanos libres" habría sido el Negrito de la Bajada de Alta Córdoba. El cual fue abandonado allí una tarde, entre las crestas del escenario de greda, a una edad que no superaba los siete años cuando su "ex-amo" consideró que su filantropía sin retribución, estaba concluida. El mulatillo erró solitario y temeroso sin atreverse a llegar hasta ningún rancho pulguiento de aquel ambiente olvidado, como todo niño criado entre algodones. Incapaz de mendigar, sin alcanzar a adquirir conciencia de su nueva situación y repugnado ante el espectáculo insólito que lo envolvía en torno a la barranca (del cual él nunca hubiera concebido su existencia)... terminó por caer desfalleciente. El agua del Río Suquía que pudo haberlo salvado para no morir de sed, corría turbia por las crecientes y roja debido a las filtraciones de la greda barrancal que se desmoronaba segundo a segundo. ¡En nada parecíase aquel líquido terroso a la transparente sustancia acuosa del aljibe de su mansión natal! El negrito no se incorporaría nunca a su nueva condición de pordiosero, con futuro único de proletario. Con un devenir incierto de sacrificio y hambre. De jornales y desocupación. De chozas y rancheríos. De harapos y piojos. De pies descalzos... y la "libertad" impuesta era en su caso, una esclavitud de por vida. Una existencia sin comodidades. Sin lujo. Sin los juegos placenteros donde solía acompañar feliz, a los hijos de sus ex amo... Y amaneció muerto. Toda una mitología popular y folklórica se tejió en su derredor, volviéndose célebre la cruz erigida en el sitio donde fuera hallado su cuerpito extenuado. La Bajada del Negrito Muerto tomó de él su nombre, transformándolo en epicentro de largas tradiciones con acervo vernáculo. ¡Rousseau aplicado a garrote habría producido una víctima inmortal!... Las Orillas peligrosas de Córdoba nacieron de esa libertad, de ese derecho a la libertad. Y en cuanto a esta parte del argumento, toda la antigua población citadina lo manifestaba con certeza. 4 --- ABANDONO DE PERSONA La "Libertad de Vientre" de 1813 fue una ordenanza muy acertada que debía preparar a los nuevos citadinos (ahora legalmente autónomos desde su nacimiento) para una nueva vida. No se produjo de este modo un desbande de mulatos hacia la calle, sin techo, sin comida, sin ropa (como sucedió en Brasil y el Sur norteamericano). Ya que sus amos al dejar de utilizarlos iban también a dejar de asistirlos, perdiendo con ello la comodidad brindada por el mentado "paternalismo argentino", que solventaba antaño las necesidades de vestuario, casa y alimentos. Especialmente en gente como ellos --los Angolas- que desde su llegada a territorio cordobés, doscientos años antes, no sabían ganarse el sustento en la calle. No se les impuso una partida obligada sin la experiencia vital, ni la preparación adecuada. Cosa que sabemos sucedió después en Brasil y Norteamérica. Los argentinos actuaron con mucha misericordia con sus negros y mulatos. Se intentó con esta disposición tomar distancia de una situación a la otra. Fue una medida pensada, sopesada y estructurada, para no producir una real violación a los derechos humanos, o sea "el abandono de persona". Pero desde 1814 se presentó el problema de los negritos que aún mamaban. De los que debían aprender a caminar. De los que intentaban hablar por primera vez. De los que entraban recién en la primera infancia y además, de los preadolescentes incapacitados todavía para correr vida. Todos ellos debían continuar cuidados por sus madres y siguieron de este modo, acostumbrándose a la viejas familias, donde con el nombre de "entenados" quedaron allí por otras dos generaciones más. Esta ley de Libertad de Vientre promulgada por los blancos, pero que no se basaba en un reclamo de los negros, en una nación ganadera cuya capacidad laboral estaba cubierta por los gauchos (a su vez celosos de su espacio propio) traía aparejada como peligro futuro, una situación trágica de : "Abandono de persona". 5 --- LIBERTAD DE VIENTRE Pero la aplicación de esta ley que en la práctica habíase retrasado, apareció de pronto con "mano de hierro" a la llegada de la democracia al final del siglo XIX, por orden oficial y con argumentos muy válidos ...¡La historia era irreversible.!... Los nuevos hombres libres fueron "liberados" rápidamente por sus amos, de acuerdo a la ley que comenzó a aplicarse con todo su vigor, una vez que los inmigrantes europeos arribaron con el ferrocarril y el feudalismo local comenzó a extinguirse. La firmeza impuesta por las autoridades determinó su liberación inmediata, en forma absoluta, con todas sus consecuencias. Y cuando apenas entraban en edad utilizable --a los siete u ocho años-- antes de que empezaran a comer mucho, eran liberados drásticamente por su feudatarios. Su "liberación" consistiría simplemente en una expulsión domiciliaria. En una abandono de persona... lo que iba a convertir a los caminos y sitios orilleros de Córdoba, en recintos de vagabundos. 6 --- UNA TREGUA Las "Actas Capitulares" de Córdoba hablan de la compra de doscientos negros al "Reino de Angola" en 1620, pagados con : "¡harina y biscocho!". Eran tiempos duros. No había moneda circulante. Pero Argentina es una nación sudamericana sin presencia de raza negra. Se desconoce hasta hoy por qué se extinguieron. Sólo conocemos la disposición de "libertad de vientre" de 1813 aplicada con todo su rigor hacia finales del siglo XIX. Fue muy difícil la vida de los últimos negros Angolas de Córdoba y muchas veces sus "libertarios" eran tan sólo oportunistas, quienes los esclavizaban (no en la documentación como sus ex amos) sino en el trabajo real explotativo. A quienes estos antiguos y obscuros ornatos de la vieja aristocracia colonial, terminaban por aborrecer con sabor a nostalgia pasada, "disgraciándose" en un crimen y escondiéndose en la barranca de Alta Córdoba ¡...Adonde nadie los buscaría...! Acostumbrados tal cual ellos estaban a vestir de librea como conserjes, guardaespaldas, guardallaves, mayordomos, cocineras, amas de leche, "hermanos de leche", mucamas, doncellas y acompañantes ... O en oficios muy preciados de herreros, carpinteros, plateros, decoradores de templos, calígrafos (pues Angola de donde ellos procedían tenía una buena civilización africana) ... Y terminaban por aborrecer a sus nuevos patrones, Indocumentados desde su nacimiento al llegar como esclavos elegidos por sus oficios, para el servicio doméstico de las familias (pues los gauchos cubrían las necesidades del trabajo campero), eran voluntariosos y comilones. Tenían generalmente a su cargo la administración de las casas coloniales. Pero estaban también restringidos a ellas, a ese ambiente que los limitaba, como también que los protegía de la intemperie y de la inseguridad. Eran ellos aquí en Sudamérica y en especial en tierras argentinas, tan extranjeros como los mismos blancos y llegaron casi juntos. Pisaban igualmente que sus amos, como intrusos esta tierra de la Pachamama, cuyos dueños naturales eran los indios. Sin embargo, bien se sabía, llevaban hacia el final de esta vida conjunta entre amos y esclavos, durante siglos desde su llegada, abundante sangre de sus familias propietarias. Un ADN lo hubiera demostrado. ¡Y esto último fue lo que más desconcertó a quienes venían tras ellos con ofertas libertarias! Pues era su propia familia la que perdían al separarse de ellas, como iba a perderse con el tiempo el paternalismo argentino ...Y finalmente también, el rastro completo de ellos mismos... Los más afectuosos se quedaron para siempre, enfrentaron a las partidas policiales que llegaban en su busca y hasta se escondieron en la despensa ("¡Como negro escondido en la despensa!"... frase acuñada). Pero los díscolos y rebeldes terminaron en la barranca de Alta Córdoba. La Bajada del Negrito Muerto fue sin duda, el último sitio donde se los viera deambular. Un rústico escenario que sirvióles de amparo y hogar. Su greda y sus soles cadenciaron sus pasos finales, en este mutis por el foro imprevisto, sin futuro y sin alma. Al concluir el siglo XIX que todo lo había transmutado, aún podían verse sus figuras declinantes sobre las crestas rojizas. De esta manera la Bajada del Negrito Muerto fue para ellos, como un paréntesis -"una tregua"-- en este pasaje cortante que iba del siglo XIX al XX. 7 --- PAISAJE PÓSTUMO Ya no eran esclavos del hombre blanco que los trajera desde Angola, sino de la greda barrancal, de las crecientes y de la pobreza. Se los había "emancipado" para no darles ni el lugar del gaucho, ni el del indio, ni el del mestizo. Fue la barranca su cobijo, la infertilidad de la greda su comida, el cielo su techo. Los rancheríos esparcidos no tuvieron diseño ni distribución fija. Y mancomunadamente con los obreros indios arribados desde el norte argentino con el ferrocarril (tras una ilusión incumplida) fundieron en un solo crisol cual caldero mágico todas sus angustias de abandono. De modo que reelaborando sentimientos de destierro y fracaso, sintieron la necesidad de invocar al prodigio salvador. No existiendo rastro afro-ritual alguno durante el tiempo cuando vivieron con sus amos en las casonas coloniales cordobesas, o en los templos religiosos, su memoria colectiva pareciera haber reaparecido de improviso en la barranca roja. Vivencias mágicas o afloración de un pasado oculto. Sobrevivencia de su ancestral herencia angoleña, ante el infortunio del hombre que es abandonado por completo a una suerte incierta. Pues reaparecieron de improviso ante la vista atónita de los conciudadanos universitarios, todos esos misterios olvidados en el pasado de su África original. Aquellos rituales vistos de reojo con desconfianza por los citadinos sobre la cresta de la Bajada (con desfiles de antorchas) brindarían un paisaje póstumo al panorama abierto de la gran faja barrancal de Alta Córdoba... Una connotación folklórica a esa inmensa bajada de antaño con su greda roja, hoy cubierta por edificios modernos. La Bajada del Negrito Muerto que allí existía en otro tiempo, era romántica, conflictuada, tragicómica, mistérica y bella en su configuración estética. Dominaba todo el espectáculo visual del Río Suquía con sus esculturales formaciones de greda y sus desbordes de agua. ¡Y el espectáculo inmenso y abierto de la serranía cordobesa que en aquel entonces -hasta la década de 1940- se divisaba en su plenitud desde ella! ................................ Alejandra Correas Vázquez ...............................
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Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Alejandra Correas Vzquez
perdona no contestar antes era mi falla por no dominar
bien el manejo del sitio
saludos Alejandra