Yo, ladrn de mis sueos
Publicado en Nov 20, 2009
Recorro las calles y observo los rostros de los viandantes, rostros preocupados y atormentados. Paseamos con el ceño fruncido, enfrascados en nuestros pensamientos, cabizbajos y tristes, incapaces de percibir el mundo que nos rodea ¿Qué nos está pasando? ¿hacia donde dirigimos nuestros pasos? Confundimos felicidad con comodidad, por ello aunque poseamos un carácter abierto, alegre y optimista sentimos que nos sigue faltando algo, nos sentimos vacíos, sabemos que hay algo más pero ... ¿Qué? Somos capaces de las más grandes hazañas, y del mismo modo somos capaces de provocarnos terribles enfermedades físicas y mentales. ¿Dónde está el error? ¿Qué estamos haciendo mal? ¿Por qué nos sentimos vacíos? ¿Por qué nos sentimos tan cansados? Oímos hablar del poder de la mente, de que somos mágicos y capaces de todo, capaces de conseguir lo que deseamos, nos dicen que todos llevamos un héroe dormido en nuestro interior. Conocemos la teoría: hemos nacido para ser felices, disfrutar del momento, no vivir en el pasado ni en el futuro, disfrutar a nuestros hijos, familiares y amigos ser optimistas y positivos. Nos lo dicen los correos electrónicos que recibimos a diario, nos lo dicen los anuncios de la tele, nos lo cuentan las revistas, nos dicen lo que tenemos que sentir pero no nos dicen como hacerlo. Algunos días sin saber porqué nos despertamos y nos sentimos vivos, dinámicos, libres, capaces. Al día siguiente volvemos a lo de siempre, nos sentimos de nuevo vacíos, cansados, apáticos, aburridos, agobiados y estresados . Busqué durante mucho tiempo, leí mucho indagué en diferentes religiones, filosofías y demás; Yoga, Tao, ley de la atracción, meditación, budismo... ninguna hecha para mí. Un buen día decidí que me dedicaría a observar e intentar descubrir que era ESO que hacía diferente a la gente que parecía más feliz. Entonces paré y me analicé a mi misma, observé a todas las personas que me rodeaban, lo que decían, hacían, maquinaban, criticaban, reían, sentían, lo que las hacía felices y lo que las hacía desgraciadas, entonces analicé toda la información a conciencia descubriendo el gran error y desenmascarando al gran enemigo . Continuará...
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Tricia
haydee
Buen tema y con mucha tela para cortar
Carlos Gar
Enrique Alberto
Enrique Alberto