EL ASESINO
Publicado en Nov 20, 2009
La tarde de verano era bochornosa, con un índice de humedad de casi el noventa por ciento. El inspector maldecía tener que subir todas aquellas escaleras, pues la vieja finca situada en el casco antiguo de la ciudad carecía de ascensor. La camisa completamente empapada en sudor se pegaba de una manera agobiante a su piel, y al entrar en la escena del crimen el olor de la sangre lo mareo ligeramente.
La habitación de la pensión desprendía un olor nauseabundo así que busco un pañuelo con el que taparse la nariz y observó el cadáver con detenimiento. Cuando su mirada se cruzó con los ojos ya vidriosos de la víctima, su corazón dio un vuelco pues por un momento, le pareció reconocer en ellos la mirada de su hija envuelta en la opacidad y frialdad de la muerte. Tuvo que apoyarse en la pared ante el asombro de sus compañeros que no daban crédito a su inesperada reacción. El era considerado uno de los policías más duros y curtidos del departamento y no solía dar muestras de flaqueza. Miro de reojo nuevamente el cuerpo que por su aspecto debía llevar muerto unos tres días aproximadamente, pues el intenso calor había acelerado el proceso de descomposición. Dio un par de órdenes lo más rápidamente que pudo y salió bruscamente de la habitación. Bajo apresuradamente las escaleras mientras la imagen del cuerpo inerte de la joven volvía recurrentemente a su cabeza. Había hablado con su hija por la mañana, ésta se encontraba estudiando en otra ciudad, así que en realidad la angustia que había sentido ese breve instante, sólo había sido fruto de una mala pasada que su imaginación le había jugado, creyendo ver en ese amasijo de carne a su adorada niña. Al llegar a la calle una bocanada de aire caliente no hizo más que acrecentar su malestar. El asfalto desprendía un calor sofocante y ese olor inconfundible a podredumbre aun permanecía en su boca. Noto la vibración de su móvil en el bolsillo y descolgó rápidamente. .- Que tal inspector, ¿que le ha parecido mi obra? ¿No piensa felicitarme?... ¿A que he conseguido ponerle nervioso?... sabía que encontraría la manera de hacerlo. Sólo era cuestión de tiempo averiguar quien era su debilidad..., pero no crea que fue fácil encontrar alguien que se le pareciera..., aunque hace un rato he podido comprobar que di en el blanco. Un sudor frío recorrió su frente mientras caía pesadamente al suelo incapaz de aguantarse en pie. Las lágrimas surcaban sus mejillas mientras al otro lado de la línea el objetivo de su venganza colgaba el teléfono.
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Pilar Roy
Un abrazo!!
JUAN CARLOS
Cariños ..Juan Carlos...
Pilar Roy
Un abrazo!!
gabriel falconi
tenes que seguirlo....por ejemplo.... podria haber sido todo una broma de su propia hija o de algun enemigo para matarlo de un infarto....
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